Ayer a las nueve de la mañana, varios líderes de Juntas de Acción Comunal (JAC) de Cúcuta salieron a protestar, de forma pacífica, en rechazo a los asesinatos de dirigentes comunales que han ocurrido en la ciudad en los últimos años.
La muerte de Geovanni Luna, líder comunal en el barrio Antonia Santos, fue ‘la gota que derramó el vaso’ e impulsó a los voceros al salir al parque, ya que, el pasado 10 de enero, mientras atendía su negocio de pasteles, llegó un pistolero que terminó con su vida.
“Ser comunal no es un delito, no somos una cifra, esto tiene que parar, invitamos a las autoridades a reunirse con nosotros para pedir garantías a esas personas que, día a día, con un voluntariado, estamos frente a las comunidades, cuando se va la luz, cuando se va el agua, cuando la calle está deteriorada, cuando el puesto de salud atiende mal, ahí estamos nosotros para servirles”, afirmó Hugo Rey Contreras, presidente de la Federación de Acción Comunal de Cúcuta.
Las amenazas están aumentando en la ciudad, según Martha Maldonado, secretaria de Derechos Humanos de la federación, hay dirigentes que reciben mensajes vía WhatsApp en el que les dicen que tienen un plazo de 72 horas para desalojar sus viviendas e irse.
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Maldonado también comentó que muchos no denuncian ni presentan su caso ante los entes competentes por miedo, ya que sienten que en cualquier momento alguien llegará a arremeter contra la vida de ellos y las de sus familiares.
“Estaba en mi casa y llegó un hombre en una moto, sacó un arma y me disparó, pero al parecer la pistola falló y se fue. Me salvé de milagro, ya la Fiscalía sabe y todos conocen mi caso, pero igual, no ha pasado nada. Fue hace medio mes cuando esto sucedió”, dijo uno de los líderes en esta situación.
Son 5.000 líderes que hacen gestiones en cada uno de sus barrios, de esos, Contreras reveló que, desde 2020, van 137 muertos, 87 amenazados y 15 desplazados de sus hogares, pues temen quedarse en sus casas, prefieren dejarlo todo y “comenzar de nuevo” en otro sector de la ciudad.