Los cuerpos de Raúl Jiménez y Éder Luis Cantero Garcés fueron entregados de manera digna a sus familiares en Cúcuta (Norte de Santander) y Tierralta (Córdoba), respectivamente, luego de años de búsqueda.
La última vez que la familia de Raúl tuvo conocimiento de su paradero fue en 2009, tiempo después, su cuerpo fue encontrado con heridas de arma de fuego y, posteriormente, inhumado como identificado no reclamado en el cementerio central de Cúcuta. El caso de Eder Luis, oriundo de Tierralta, es similar. Desapareció en 2011 y fue encontrado sin vida en esta misma ciudad con signos de muerte violenta.
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El hallazgo de ambos se dio en el marco del Plan Integral e Interinstitucional de Intervención que la Sección ordenó realizar en el cementerio Central de Cúcuta, donde la Jurisdicción Especial para la Paz ha encontrado evidencia de cuerpos en bolsas de plástico degradadas por el paso del tiempo, algunas con o sin marcación.
“Cada identificación nos permite tomar conciencia de los retos que tenemos y del compromiso que asumimos para aportar los mejores esfuerzos desde la institucionalidad. Esta acción articulada responde a la esperanza de las víctimas, a su resistencia y persistencia por saber de sus seres queridos y por reconstruir sus vidas en armonía con los territorios”, señaló María del Pilar Valencia, magistrada de la JEP.
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Valencia informó además que, a la fecha, un total de 37 cuerpos, de los 315 recuperados en los 45 puntos de interés intervenidos en el camposanto de Cúcuta, han sido remitidos a Medicina Legal para que se avance en la verificación de su identidad.
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