Ante el alto nivel de ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) para atender a pacientes críticos de COVID-19, en Cúcuta, el gremio médico elevó una carta a las autoridades locales y departamentales, solicitando extremar las medidas para evitar la propagación de la enfermedad.
A esta situación se sumó que en las últimas 24 horas, según el reporte del Ministerio de Salud entregado este jueves, la región ocupó el primer lugar en muertes por coronavirus, con 27 fallecidos, por delante de Valle del Cauca y Bogotá.
En el documento, al que tuvo acceso La Opinión, los galenos le dicen al alcalde Jairo Yáñez y al gobernador Silvano Serrano “que de manera inmediata dispongan y apliquen la normatividad que sea necesaria para procurar el razonable control epidemiológico de la situación”.
“Consideramos fijar una cuarentena necesaria en toda la ciudad, cuyo objetivo central es disminuir con suficiencia la tasa de contagios hasta que se llegue a un nivel de capacidad hospitalaria de menor riesgo, teniendo en cuenta el colapso en la prestación del servicio en las diferentes instituciones de salud”, señala el texto.
Según el gremio, el levantamiento de esta medida dependerá del comportamiento y evolución de los indicadores epidemiológicos, para lo cual se debe evaluar de manera permanente el cumplimiento de las medidas de bioseguridad y distanciamiento social en el transporte público y espacios de diversa índole que impliquen aglomeraciones.
“No existe justificación alguna para la falta de compromiso en el cumplimiento del deber que tienen los ciudadanos con el autocuidado de la salud, en amplios sectores de la población, y que asumen de manera flagrante e irresponsable conductas de riesgo, omitiendo normas básicas de prevención y de convivencia”, recalcan los galenos en su carta.
Igualmente, los médicos sostienen que Norte de Santander y Cúcuta están “abocados a una tragedia de incalculable pérdida de vidas humanas, sin que hasta ahora las autoridades hayan tomado medidas contundentes que por su competencia les corresponden”.
“La declaratoria de la alerta roja hospitalaria hace inminente una crisis de grandes proporciones, con resultados catastróficos y lesivos para la población.Es doloroso y triste ver el sacrificio de vidas por parte del personal médico y paramédico, quienes con generosidad, competencia y bondad están asumiendo en la primera línea y en todos los escenarios el cuidado de la salud de sus coterráneos”, dice el documento.
Agrega que el comportamiento de los trabajadores de la salud ha sido ético y solidario. Incluso, corriendo riesgos personales y para las familias, no han abandonado sus deberes.
Además, que la disminución en el recurso humano, de por sí limitado en razón de su alta competencia científica, ocasionada por el fallecimiento o el retiro temporal por incapacidad laboral derivada de la afectación de la salud o por retiro voluntario, complica aún más la prestación del servicio e implica sobrecarga laboral para el resto de personal de la salud.
“Asociado a lo anterior, la saturación en la capacidad instalada de las Unidades de Cuidados Intensivos en el Hospital Universitario Erasmo Meoz y las clínicas de la ciudad, y la carencia de insumos médicos imprescindibles para la atención de los pacientes constituyen motivos más que suficientes para exigirles a ustedes, nuestras autoridades civiles locales, la adopción de medidas inmediatas, eficaces y eficientes que estén acordes con la gravedad de la situación sanitaria regional”, concluye la misiva del gremio médico.
La carta está firmada por los galenos Adán Muñoz Vera, presidenta del Colegio Médico de Norte de Santander; Marco Aurelio Pompeyo Hernández, presidente de la Sociedad Nortesantandereana de Anestesia; Joaquín Enrique Villamizar Zúñigal, presidente de la Asociación de Profesionales del Huem, así como profesionales de la Medicina de una veintena de centros asistenciales.