Se cumplieron diez días de haberse efectuado el cierre total de la frontera entre Colombia y Venezuela. Miles de niños, que viven en el vecino país, han sido los más afectados por esta decisión que tomó el gobierno de Nicolás Maduro.
Un caso particular por este suceso se presenta en la escuela Santa Isabel de Hungría, del colegio Carlos Pérez Escalante, en el barrio San Luis de Cúcuta, donde alumnos de diferentes grados de primaria se sienten “tristes” por la ausencia de más de la mitad de sus compañeros, pues se trata de niños venezolanos y colombianos que viven del otro lado de la frontera.
En esta sede hay matriculados 290 estudiantes, de los cuales solo asisten a clases cerca de 170.
En un curso hay 33 alumnos en lista, sin embargo solo llegan ocho a cumplir con sus tareas académicas.
Debido a esto, los niños le pidieron a su maestra que les permitieran dibujar lo que pasaba en la frontera.
En los dibujos muestran el cierre de frontera, militares, bloqueos, personas esperando el paso y por supuesto, a sus compañeros en el lado de venezolano deseando venir a recibir sus clases.
También, retrataron personas unidas y felices transmitiendo mensajes de paz.
Clases virtuales
Debido a todo esto, las maestras acordaron con los padres de familia enviar los temas que se desarrollan en clases a través de correo electrónico y Whatsapp.
Por otro lado, también separan un espacio del día para que los niños puedan enviarles mensajes y saludos a sus compañeros, con el objetivo de mantener comunicación constante y asimismo, tratar de mantenerlos al día con las actividades académicas.
“Tratamos de comunicarnos de manera permanente para informales los trabajos que se van desarrollando y expresarles que los esperamos de vuelta una vez se abra el corredor humanitario en los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander”, dijo la docente Bibiana Vera Mogollón.
Agregó que en algunos momentos los niños lloran, pues extrañan retomar con normalidad sus clases y compartir con sus compañeros.
La maestra afirmó que se están evaluando más estrategias para que los niños sigan recibiendo la orientación y las clases desde sus casas, “esperamos, además, que ambos países logres un acuerdo que beneficie a los niños que estudian en el lado colombiano”.