Hace dos años, Edgardo Trigos Trigos decidió curiosear la fabricación de camiones en madera por Youtube. Así de sencillo comenzó un hobby que se convirtió en un negocio y hoy lo tiene como uno de los cinco mejores ‘repliqueros’ a nivel nacional.
Para comenzar compró sus primeros tablones de madera MDF, una caladora de banco, una pulidora y herramientas, e instaló su pequeño taller en un rincón del patio de su casa, en el barrio Motilones de Cúcuta.
Siguiendo al pie de la letra los tutoriales de expertos en la materia, inició la construcción de su primer modelo: un clásico camión Dodge 600.
Fueron 20 días en los que repartió su tiempo entre su trabajo en una droguería y su hogar, dedicando noches y mañanas enteras a los finos y precisos cortes de madera. Ensambló detalles tan complicados (por su tamaño) como un timón, una chapa, una caja de cambios y un tablero de mando.
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Y el resultado no se hizo esperar. Al terminar el camión, con una fina capa de laca trasparente en la carrocería, lo publicó en su página de Facebook y de inmediato le llovieron propuestas para comprarlo.
“Yo le envié la foto a uno de los tutores y me dijo que de 1 a 10 me daba un 6 y que estaba muy bien para ser el primero. Eso me llenó de ánimo”, recuerda.
(Todos los modelos son subidos a su página de Facebook: Réplicas Trigos.)
Edgardo es diseñador gráfico y no pensaba vender su primer camión, como tampoco lo hizo con los bodegones que pintó para su casa, recién se casó. Sin embargo, un primo lo convenció al ofrecerle $100.000 por el camión.
Más tarde, vino su primer reto al ser contactado por el dueño del bus de su pueblo Aspasica, en La Playa de Belén, para que elaborara a escala el vehículo que por años ha transportado a generaciones del municipio. El precio, $150.000.
Así empezó el negocio que hoy en día le genera ingresos extras para su familia.
Extranjero
Durante estos dos años, las cotizaciones han llegado tanto de Colombia como del extranjero, a través de las redes sociales.
“Un señor de Estados Unidos me contactó y me dijo que era de Medellín y quería regalarle la réplica del camión Dodge 600 que tuvo a su padre, por el valor sentimental que representaba para la familia”, recuerda.
Así que con un par de fotos se puso manos a la obra y acordó cada detalle con el cliente para entregarlo en el Día del Padre.
“Luego, el señor me mandó la foto con su papá. Ambos estaban felices con el camión en sus manos, pues con ese Dodge ‘levantó’ y dio estudio a sus hijos. Por eso, cada carrito tiene su historia y tiene un sentimiento detrás de su construcción”, resalta Edgardo.
Enseguida, vino el pedido de una tractomula Kenworth T800, con camarote, que alcanzó, con todos los detalles, los $700.000 y requirió de 200 horas de trabajo. Fue entregada en Houston (Texas).
Cada vez mejores
Cada nuevo pedido le exige mayor precisión a Edgardo, por eso incursionó en las réplicas de los motores Caterpillar C15, Nissan Diesel y luces led para los costados de las carrocerías, licuadoras para los techos, puertas que abren, muelles, suspensión en las ruedas y dirección.
Los cortes de la madera, que hacía a mano, fueron mejorados con láser, en un proceso que contrata por separado.
La esposa de Edgardo, quien cose ropa interior para niña, le ayuda en la fabricación de las carpas para los camiones de estacas; así mismo forra con foami las sillas del conductor y los pasajeros para dar apariencia de tapizado. Las placas son construidas con un programa especial de computador.
Hoy en día, cuenta con una amplia experiencia y ha elaborado más de 22 automotores por encargo. En su lista se encuentran camiones Chevrolet NKR, Ford 54, Internacional 4.300, Chevrolet Kodiak y una buseta NPR.