La cabo tercero, Angie Tatiana Garzón Rincón, tiene 26 años. A su edad asumió tener a cargo 30 soldados profesionales, incluso varios son mayores que ella y llevan más años en el Ejército Nacional. Ella es la única mujer en Norte de Santander que comanda un pelotón.
Llegó el 29 de enero de este 2024, al grupo de Caballería Mecanizado No 5 General Hermógenes Maza, unidad perteneciente a la Brigada 30 del Ejército, y es la encargada de que cada desplazamiento que realice su tropa cumpla con su objetivo.
Lea más: Comunidades de Cúcuta alzan la voz en el Plan de Desarrollo Municipal
Estar en el Ejército Nacional lo visualizó cuando era niña, mientras observaba con admiración los entrenamientos de los soldados que colindaban con su hogar, en Melgar, Tolima; fue ahí donde supo que quería ser como ellos y seguir sus pasos para servir al país.
Tras completar más de cuatro años en la institución castrense, hoy mira con orgullo como sorteó cada obstáculo que se encontró en el camino, silenció a los incrédulos que no se frenaron para expresarle las dudas de que no lo lograría y con paso firme avanza para no dejar de enorgullecer a Aída Rincón Gualtero, su mamá.
Para la cabo Garzón, su dedicación, esfuerzo y la inspiración de ver sonreír al ser que le dio la vida, es el motor que la mueve. Esa es la razón por la que con determinación y pasión le apostó a su sueño.
“Con mi mamá solo éramos las dos y a pesar de que se quedaría sola, siempre me apoyó en mi decisión de ingresar al Ejército. Así eso implicara que estaríamos lejos, que serían pocos los momentos que de ahí en adelante nos encontraríamos”, contó emocionada tras reconocer que como hija única lo más difícil fue separarse de su mamá.
Su rol
Aunque su voz es suave y delicada, la cabo Garzón cuando está frente a su tropa personifica la fuerza, el coraje y el compromiso que la caracterizan como una sobresaliente militar.
Es la encargada de que cada patrullaje o puesto de control que se autoricen, se cumplan.
Le interesa: Contraloría General intervendrá obras inconclusas de la gestión de Jairo Yáñez
“Realizamos puestos de control en puntos críticos de Cúcuta y también acompañamiento para brindar seguridad a la población civil. En Cúcuta hay muchas bandas criminales y delincuentes que afectan la seguridad y a nosotros nos corresponde protegerlos”, dijo.
Su jornada empieza a las 4:30 de la mañana, cuando despierta para alistarse, a las 5:15 cumple con su pelotón el desayuno, para luego empezar la rutina de entrenamiento físico. Y, a las 8:00 debe estar formado su pelotón para luego direccionarlo hacia un punto específico tras las instrucciones del mando superior que le sean asignadas, enmarcado en el Plan Libertad y Orden, una estrategia de seguridad que lidera el Ejercito, la Policía y la Alcaldía de Cúcuta.
“He podido superar muchos obstáculos, sé que soy el ejemplo de muchas mujeres que no han podido ingresar acá la institución. Y yo, más que nadie, puedo decir que los sueños se pueden cumplir”, finalizó.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion.