
La alegría predominó en la frontera, en las calles chicos y adultos demostraron que unidos el departamento prospera, la música retumbó en cada esquina y las reinas con sus esbeltas figuras prendieron la fiesta de las colonias.
El desfile de carrozas y comparsas fue la cereza de una colorida fiesta que integró a los habitantes del departamento.
El Festival de Colonias confirmó en 2017, que es el evento que permite el reencuentro de las generaciones y en cada actividad se estrecharon lazos de amistad, de esos que surgen sin pensar y perduran en el tiempo.
Los municipios trabajaron durante semanas para la elaboración de las carrozas, 29 en total. En cada una de ellas imprimieron lo que los identifica, su cultura, sus ancestros y el anhelo de forjar un futuro mejor.
En las calles la música se avivó, los vecinos echaron paso al ritmo de carranga, las reinas no tiraron las usuales golosinas, sino los dulces típicos de sus pueblos y los adultos se refrescaron con una pola, que en esta oportunidad tenía un sabor diferente, el de la alegría de dar a conocer las tradiciones que brotan de la esencia de un pueblo.
En las carrozas se apreció el ingenio de los artesanos, unas exaltaron la riqueza paisajística de la geografía nortesantandereana, otras las culturas indígenas que poblaron estas tierras.
La onda ambiental también estuvo presente y las carrozas con llamativos diseños hicieron un llamado a la conservación de los recursos naturales.
Los mineros de La Donjuana trajeron carbón a su comparsa, de Toledo viajó un oso de anteojos, Labateca le rindió homenaje a los suelos donde se cultiva café, Cucutilla semejó un jardín de astromelias, Gramalote exaltó el renacer del pueblo y Arboledas le contó a los nortesantandereanos de su riqueza hídrica.
Cácota y las artesanías de barro estuvieron presentes, Chinácota se vistió de primavera y Pamplonita destacó a los productores mineros, la apicultura y la cultura musical.
Este Festival de Colonias brilló en Cúcuta por la masiva participación de la ciudadanía, que noche a noche llenó el parque Confraternidad Bolivariana, donde se cumplieron festivales de imitadores, de humor, de trova y presentaciones de artistas.
Ayer, el festival culminó con la premiación de los campeonatos deportivos y con un bazar de integración en el que las colonias dieron a conocer lo mejor de la gastronomía.
¡Enhorabuena!, por la excelente organización, por el comportamiento de las delegaciones y un aplauso a la Gobernación de Norte de Santander y a la Secretaría de Cultura por darle altura al Festival de Colonias, a la fiesta de quienes forjan el desarrollo desde cada una de las Provincias.









