
Perdonar se presenta como una ridícula forma de masoquismo, o por lo menos en aquel momento en el que un corazón roto, sin esperanzas, sin fuerzas, sin motivos, se siente obligado a sonreír.
Así comienza el cuento ‘Aferrarse al pasado’ de José Fabián Lozada Botello, estudiante del colegio Francisco de Paula Santander de El Zulia. Él, es uno de los participantes del concurso Arte: perdón, reconciliación y paz, que desde hace cuatro años promueve la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN).
Ayer, en la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero, se cumplió la premiación de los mejores trabajos en pintura, cuento corto, composición e interpretación musical.
Junto al cuento de José Fabián, 14 jóvenes más dieron a conocer sus historias y pinturas. En Tarima, 17 agrupaciones de Norte de Santander y de Arauca, deleitaron a más de 1.000 estudiantes que asistieron al acto.
De acuerdo con el coordinador territorial de la ARN, Tyrone Rodríguez Arciniegas, el proyecto este año se inició en enero y consiste en darles oportunidad a los niños y jóvenes de 9, 10 y 11 grado de colegios públicos; para que se expresen libremente y por medio del arte sobre el perdón, la reconciliación y la paz.
“La idea es que los niños se apropien dentro de su discurso de estas palabras, pero sobre todo que las expresen de manera voluntaria y vean en el arte como uno de los mejores medios para estar lejos de las garras de la delincuencia”, dijo Rodríguez.
De acuerdo con el funcionario, el concurso hace parte de las políticas de la ARN de prevenir el reclutamiento.
En total participaron 78 colegios. De la cifra 58 fueron de Norte de Santander, de municipios como Tibú, Sardinata, Ocaña, Pamplona, Cúcuta, Los Patios, Villa del Rosario y El Zulia. Por Arauca participaron instituciones de Arauquita, Tame, Saravena y Arauca.
Los asistentes a la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero, pudieron apreciar los trabajos pictóricos de los menores, los cuales fueron aplaudidos por su calidad estética, acabados y trazos.
Así mismo, gozaron con los cuentos de los menores, como el de José Fabián, una historia de dolor y de admirar, cuando el ímpetu y las ganas de hacerle frente a la vida se imponen.




