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Cultura
Serafín Bautista ocupa su tiempo entre la docencia y la literatura
El rector del Colegio Municipal María Concepción Loperena, también, es poeta y novelista.
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Cicerón Flórez Moya
Cicerón Flórez
Domingo, 22 de Noviembre de 2020

Serafín Bautista Villamizar es educador de tiempo completo. Se preparó profesionalmente para esa función, en la cual es idóneo por sus saberes pedagógicos, por su experiencia y su comprensión de las vivencias y las tendencias de quienes hacen parte de su entorno.

Además de estar preparado para los quehaceres de la enseñanza, es un intelectual con dedicación a la creación literaria. Escribiendo poesía, cuentos, ensayos y novelas emplea parte de su tiempo y es autor de varios libros en esos géneros.

Bautista es el rector del Colegio Municipal. Desde su cargo está atento al desarrollo de la educación y busca soluciones posibles para los problemas propios de su unidad educativa. En esta entrevista con La Opinión, Bautista revive esas historias.

Entre la poesía y la narrativa, ¿a cuál género le dedica mayor consagración en su creación literaria?

Me inclino por la narrativa, el cuento, la novela, el ensayo, en fin, pero la poesía también me agrada. En mis últimos libros he venido conjugando la prosa y la poética, ambos géneros se apoyan en imágenes que hay que adornar con estética y con la pintura de las palabras.

¿Cómo distribuye su tiempo entre la literatura y la docencia?

Primero, a mis responsabilidades como directivo docente. Es mi deber y me agrada la pedagogía; luego, como un complemento al ejercicio docente viene el arte, la creatividad. A tal fin he vivido entre la pedagogía y la literatura. De día a mis funciones de rector del Colegio Municipal María Concepción Loperena, que son muchas, y en la nocturna, pellizcando madrugadas, también de cara al proceso de dar rienda suelta a mis demonios interiores.

¿Cuáles son sus proyectos literarios pendientes?

Al final de este mes lanzaré mi novela ‘Memorias de un silencio compartido’, un texto de 240 páginas muy actualizado con el momento histórico, nuevamente un libro de prosa y poesía, incluso pedagogía; pienso que agradable y fresco a los temas actuales en que vive la humanidad. Hago borradores de un poemario que titularé “Jardín de amor” a publicar posiblemente el próximo año.

¿Qué  apreciación tiene del desarrollo de la cultura en Norte Santander?

Hay muchos prospectos, variada creación en todos los aspectos, escritores, poetas, músicos, pintores, pero el apoyo poco se asoma, así que los artistas sufren para poder mostrar lo que hacen.

¿Tiene actividad especial la Asociación de Escritores de Norte Santander?

Está al frente de un concurso nacional de cuento y poesía, muy reconocido. Además, representa a los bardos regionales, dicta talleres y charlas en los centros educativos.

¿Han podido los centros educativos acomodarse a las nuevas condiciones que la pandemia les impuso?

Se hace la tarea, pero el ejercicio es bien difícil por falta de conectividad, equipos de cómputos, la poca cultura a la virtualidad, las precarias condiciones socio-económicas de la ciudad, el escaso apoyo del Gobierno. Realmente, no es fácil.

¿Se necesitan ajustes a la educación en Colombia?

Mas que ajustes, es un presupuesto digno para desarrollar a cabalidad el ejercicio pedagógico. Esto cubre, dotación de los colegios, infraestructuras adecuadas, inversión en lo cultural, las lúdicas, material didáctico, buenos laboratorios, campos deportivos, por mencionar algunas prioridades.

¿La integración de los colegios ha resultado positiva?

Fue una fusión que se dio más por intereses políticos que por beneficio institucional, pero ahí vamos tratando de hacer mejor lo que estamos haciendo bien. Tenemos una excelente planta de personal docente, proyectos que benefician a mediano y largo plazo a la población estudiantil y atendemos a 2.613 alumnos en sus cuatro sedes. Ahí vamos cambiando paradigmas.

¿Es sostenible la enseñanza virtual en su institución educativa?

Lo hacemos porque no hay de otra, pero con muchas incomodidades. Nuestra comunidad es de escasos recursos, el colegio no cuenta con los equipos necesarios, la capacitación ha sido escasa, las ayudas del gobierno terminan solamente en propaganda y en discursos demagógicos. Definitivamente, no hay como lo presencial, para eso estamos los maestros, pero mientras no estén dadas las condiciones de salubridad continuaremos con este método.

¿Cuál es su percepción de los jóvenes que estudian en el colegio bajo su dirección?

Son muchachos sanos, inquietos como la juventud actual, pero con muchas expectativas por construir su proyecto de vida; y por supuesto, con la misma angustia existencial del contexto regional, pocas esperanzas en lo relacionado a un empleo o trabajo que les permita avanzar en la construcción de sus propios prospectos humanos. Como alternativa, el Colegio Municipal María Concepción Loperena les ofrece una modalidad técnica articulada con el SENA, y se les capacita para que más adelante, de no continuar los estudios superiores, puedan tener su propio modus vivendi, , porque, y se les recalca, el futuro nunca se espera, se construye.

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