A Italia le ha costado históricamente llegar lejos en un torneo cuando le ha tocado defender título y ahora no parece en la mejor posición para hacerlo, pero ha caído en la teórica parte más sencilla del cuadro y sabe que tiene una buena oportunidad, aunque si pasa podría tener al otro 'coco' de ese lado, Inglaterra.
Ni ante Albania, ni, sobre todo ante España, ni ante Croacia, el equipo de Luciano Spalletti dio una buena imagen y sus mejores minutos fueron seguramente los primeros 45 del debut y sabe que debe encontrar un buen fútbol para superar a una Suiza crecida en lo anímico por su buen nivel y su condición de invicta.
El equipo que entrena Murat Yakin rozó incluso el primer puesto del Grupo A cuando tuvo contra las cuerdas a Alemania, pero lo dejó escapar en el tiempo añadido y ahora tendrá que deshacerse de otra campeona del mundo si quiere seguir adelante en un torneo donde su bloque y su orden está funcionando por encima de las individualidades.
Los dos seleccionadores tendrán que retocar sus onces por las bajas, ambas en defensas. Spalletti no puede contar con una pieza clave como el central Riccardo Calafiori y parece que también volverá a ser baja Federico Dimarco en el lateral izquierdo, por lo que entrarían Gianluca Mancini y Matteo Darmian. Además, Nicolò Fagioli podria entrar por Jorginho en el medio y el héroe ante Croacia, Zaccagni, podría tener su opción en el frente ofensivo. Cristante, Donnarumma, Fagioli y Pellegrini están apercibidos.
Yakin, por su parte, tiene la baja por sanción de un jugador importante en su defensa como el experimentado Silvan Widmer, cuyo puesto en el carril derecho sería para Leonidas Stergiou, mientras que debe decidir entre Fabian Rieder y Ruben Vargas en ataque. Freuler, Xhaka, Ndoye, Rodríguez y Sierro son sus apercibidos de perderse los cuartos.
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