Desde que llegó a la PGA en 2006, el antioqueño vivió la temporada con menos alegrías y más amarguras en el profesionalismo. Y no tiene temor para aceptarlo.
“Todo deportista tiene años malos, regulares, buenos y excelentes, y mi año no fue bueno, tengo que ser realista y aceptarlo”, dijo Camilo Villegas en su reciente visita a Medellín para lo que originalmente fue un acto publicitario, y terminó con una conexión con su ciudad.
A la luz fría de los resultados (algo que nunca le ha gustado a Camilo), las cosas no fueron buenas. Salidas de los torneos por descalificaciones, lesiones y retiros, tres cortes consecutivos no superados y el freno a una racha de cuatro años de jugar todos los días de eventos Major, muestran la caída. Y por eso Villegas es crítico y ya encontró que pasó, y tiene que ver con los cambios.
“Siempre hay un cambio, una adaptación. Tuve una nueva relación con Taylor Made, me gustó lo que tenía para brindarme, pero se requiere de tiempo, porque todo es diferente, los primeros seis meses no jugué bien”, explicó Villegas, quien a eso se suma que perdió a su caddie Brett Waldman (se hizo golfista) e intentó con Mick Doran y Brennan Little como partner.
Otro error, que corrigió, fue el de cambiar su método de juego. “Me preparé de manera diferente en el descanso de 2010, involucrarme más con el swing, hacerlo diferente, me volví un poco más técnico. Pero no salió bien, me di cuenta cuál fue el error, y al volver me costó el proceso, volver en ritmo”, explicó Camilo, con la autocrítica a fondo.
El remate del año fue mejor de lo que comenzó. Volvieron los viajes al top10, se metió a tres de los cuatro torneos de las finales de la Copa FedEx y casi llega al último (fue 33 y entraron solo 30), y la sensación de la victoria llegó por momentos. Y el descanso aterrizó para el único colombiano en la PGA. “Los últimos cuatro... cinco torneos (individuales) fueron positivos. Esa es la idea para el próximo año”.
¿Rumores de largar? Para nada, Camilo dijo “estoy contento en el lugar en el que estoy, soy feliz jugando golf y con la vida que llevo”. Ahora faltan las victorias para que vuelva el Camilo triunfador.
Fueron 32 torneos, tres caddies , un par de lesiones, ninguna victoria. Camilo Villegas acepta que no fue un buen año, pero ya piensa en la próxima temporada. “Vamos por cosas mejores”.
Desde que llegó a la PGA en 2006, el antioqueño vivió la temporada con menos alegrías y más amarguras en el profesionalismo. Y no tiene temor para aceptarlo.
“Todo deportista tiene años malos, regulares, buenos y excelentes, y mi año no fue bueno, tengo que ser realista y aceptarlo”, dijo Camilo Villegas en su reciente visita a Medellín para lo que originalmente fue un acto publicitario, y terminó con una conexión con su ciudad.
A la luz fría de los resultados (algo que nunca le ha gustado a Camilo), las cosas no fueron buenas. Salidas de los torneos por descalificaciones, lesiones y retiros, tres cortes consecutivos no superados y el freno a una racha de cuatro años de jugar todos los días de eventos Major, muestran la caída. Y por eso Villegas es crítico y ya encontró que pasó, y tiene que ver con los cambios.
“Siempre hay un cambio, una adaptación. Tuve una nueva relación con Taylor Made, me gustó lo que tenía para brindarme, pero se requiere de tiempo, porque todo es diferente, los primeros seis meses no jugué bien”, explicó Villegas, quien a eso se suma que perdió a su caddie Brett Waldman (se hizo golfista) e intentó con Mick Doran y Brennan Little como partner.
Otro error, que corrigió, fue el de cambiar su método de juego. “Me preparé de manera diferente en el descanso de 2010, involucrarme más con el swing, hacerlo diferente, me volví un poco más técnico. Pero no salió bien, me di cuenta cuál fue el error, y al volver me costó el proceso, volver en ritmo”, explicó Camilo, con la autocrítica a fondo.
El remate del año fue mejor de lo que comenzó. Volvieron los viajes al top10, se metió a tres de los cuatro torneos de las finales de la Copa FedEx y casi llega al último (fue 33 y entraron solo 30), y la sensación de la victoria llegó por momentos. Y el descanso aterrizó para el único colombiano en la PGA. “Los últimos cuatro... cinco torneos (individuales) fueron positivos. Esa es la idea para el próximo año”.
¿Rumores de largar? Para nada, Camilo dijo “estoy contento en el lugar en el que estoy, soy feliz jugando golf y con la vida que llevo”. Ahora faltan las victorias para que vuelva el Camilo triunfador.