Durante la temporada de fin de año aumenta el riesgo de consumir licor adulterado, puesto que en diciembre se registra el aumento de alcohol más alto de todo el año, lo cual es aprovechado por la ilegalidad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de bebidas alcohólicas en las reuniones sociales es frecuente en muchos lugares del mundo, pero puede tener consecuencias sanitarias y sociales negativas relacionadas con sus propiedades tóxicas y la dependencia que puede producir.
El licor adulterado contiene una sustancia extremadamente tóxica llamada metanol, de la cual una pequeña dosis puede resultar fatal, pues ocasiona daños en el cerebro, hígado y ceguera, incluso, la muerte.
Entre los más susceptibles de ser adulterados se encuentran las bebidas con anís, tipo aguardiente, seguidas por el ron, el whisky y el brandi.
Además, de acuerdo con la OMS, aparte de las enfermedades crónicas que pueden contraer quienes beben grandes cantidades de este toxico, este consumo de alcohol también se asocia a un aumento del riesgo de padecer afecciones agudas.
Las estadísticas del Instituto Nacional de Salud (INS) revelaron un incremento del 92,8% en los casos de intoxicaciones en Norte de Santander en Navidades.
Así que para que ‘no coma cuento’, La Opinión le trae estos consejos para que esté atento al licor que compra para estas fechas.
Es de destacar que hace unos 15 días, durante un procedimiento liderado por la Fiscalía, se incautaron 60 toneladas de insumos como etiquetas, tapas, dosificadores, cajas, cerca de 300.000 botellas y alcohol, entre otras sustancias usadas para elaborar licor adulterado.
El fiscal general Francisco Barbosa lideró el operativo más grande que se haya llevado a cabo contra las bandas criminales que producen y comercializan estas bebidas falsas, en Bogotá y Soacha.
Los 30 allanamientos practicados dejaron también14 capturados hacían parte de una sola red, donde había gerentes y directivos de cuatro empresas legalmente constituidas, cuya actividad económica es la venta de licores y presuntamente servían de fachada, y distribuían bebidas originales y adulteradas en Bogotá, Cali, Medellín, Cúcuta, Barranquilla y ciudades del Eje Cafetero.