La construcción de vivienda, con los planes del Gobierno Nacional, se ha transformado en la punta de lanza de la economía colombiana. Este año, por ejemplo, gracias al impulso de los subsidios y los proyectos de casas gratis, este sector espera crecer entre 9% y 10%, generar 1,4 millones de empleos y movilizar cerca de $30 billones, consolidándose como la primera actividad productiva del país.
El direccionamiento de las políticas para impulsar a toda la industria de la construcción está a cargo de Luis Felipe Henao Cardona, el ministro de Vivienda. Durante su visita a Cúcuta el miércoles para participar de la asamblea regional de Camacol (Cúcuta-Nororiente), el funcionario habló con La Opinión, sobre el papel que tienen los alcaldes en el éxito de las políticas de vivienda y la importancia de que estos continúen los proceso de sus antecesores.
En una economía golpeada por la inflación y el dólar, ¿cree usted que este es un buen año para comprar vivienda?
Este es el mejor momento para comprar vivienda. Uno lo confirma cuando ve que los commodities y las acciones enfrentan una gran inestabilidad, pero en cambio la vivienda siempre se está valorizando, es un buen medio de ahorro y ahora más con los subsidios y todos los planes que estamos entregando, definitivamente esta es la mejor oportunidad para comprar.
¿Le preocupa que el aumento del costo de vida disminuya el interés de las familias por comprar?
Eso es percepción. Iniciando el año tuvimos el mayor crecimiento en ventas de viviendas, con 2,5 billones, además nunca se habían generado tantas herramientas.
Por ejemplo, hoy, a una persona con dos salarios mínimos que va a comprar una vivienda entre $60 y $93 millones, le estamos ayudando con 13,4 millones para la cuota inicial, que normalmente es de 18 millones, ahí se está logrando un ahorro del 15%. Pero si además el Gobierno le ayuda pagar los intereses por 7 años, va a ser más barato comprar vivienda que pagar arriendo. Con el agregado que ahora la familia puede escoger el proyecto, el banco de su preferencia y desde ahí hacer todo el proceso.
Todos los municipios del país están estrenando alcalde ¿qué petición hace Minvivienda a los mandatarios locales?
La brújula para que un alcalde sea bueno es la transparencia. Si un alcalde es bueno, entonces los trámites son ágiles, cuando los trámites se demoran, ahí ya hay una primera alarma, que es la corrupción. Entonces lo primero que pedimos es transparencia y lo segundo es que los alcaldes como los de Cúcuta, Los Patios, Villa del Rosario y demás, habiliten suelos y que llamen a los constructores para que construyan programas como los de ‘Mi Casa Ya’, porque aquí los alcaldes se van a medir por el número de subsidios que capturen, eso va a determinar qué alcaldes son buenos y qué alcaldes con malos.
¿Usted cree que los nuevos mandatarios deben tener en cuenta lo que hicieron sus antecesores?
Que continúen. Un alcalde que empiece de cero pierde dos años en su gestión. Cuando uno empieza mirando lo bueno que hizo el anterior y sigue los procesos, tiene un terreno abonado y empieza a recoger los frutos mucho más rápido.
¿Cómo va la ejecución del programa de ‘Mi Casa Ya’ en Norte de Santander?
Esperamos que despegue porque existe temor de los constructores. Estamos a la expectativa, queremos que ellos se lancen de una forma tranquila, tenemos los recursos, los subsidios y un ministerio dispuesto a trabajar para que se dé el dinamismo que se está presentando en ciudades como Barranquilla.
¿Por qué el temor?
Creo que el tema de la frontera y lo que pasa con el comercio y la ciudad tiene que ver con eso. Por esto venimos a decirle a los constructores y a los mandatarios que este es un sector que va a crecer entre 9% y 10% este año y Cúcuta no puede estar por fuera de la dinámica.
Los problemas de convivencia se han vuelto una constante en los proyectos de vivienda gratuita ¿tienen ustedes un plan para enfrentar esta situación?
Los problemas de convivencia se presentan en todos los estratos y más en personas que venían de una vulnerabilidad tan grande, personas que solo el 64% de ellas tenían acceso a servicios públicos, que estaban en la total informalidad. Aquí lo primero es que toda la ciudad tiene que apoyar estos proyectos y ahora mismo nosotros estamos lanzando dos colegios en la Ciudadela El Rodeo y Cormoranes, para apoyar la formación de los niños.
Pero el problema no es solo de convivencia, en Cormoranes y Estoraques se han identificado serios problemas de delincuencia…
La delincuencia es el ADN de las ciudades y es muy difícil que no se trasladen esos problemas a los proyectos de vivienda. Hay que trabajar con mucho acompañamiento social con el Departamento de Prosperidad Social (DPS), en programas de generación de ingresos, de liderazgo y propiedad horizontal. Generar estabilización social es un proceso lento pero eso es invertir en la siguiente generación.
La piedra en el zapato de algunos proyectos ha sido la unión de los conceptos de infraestructura, vivienda y medio ambiente ¿cómo hacer para que esta relación funcione?
Hay que tener unos buenos Planes de Ordenamiento Territorial (POT), eso lo estamos apoyando para que los alcaldes puedan aprovechar las oportunidades que generan los procesos de transformación de infraestructura. En segundo lugar, estamos haciendo un acompañamiento a través de planeación nacional, para que los planes generen competitividad y sostenibilidad, eso es lo único que nos puede ayudar a unir el concepto de desarrollo con una visión de sostenibilidad ambiental.