
Richard Finol, un taxista de 54 años de edad, residenciado en la parte alta de San Cristóbal, en la madrugada de este martes, luego de trabajar toda la noche, se fue en su taxi hasta la agencia principal del estatal Banco Bicentenario, para depositar sus billetes de cien bolívares, que sumaban un millón 400 mil.
Fue el primero de una larga lista que ya a las 8:30 de la mañana, al momento de la apertura, se contaba en cientos.
Su historia no es muy diferente a la de miles de personas que desde muy temprano en la madrugada se agolparon a las afueras de las entidades bancarias públicas y privadas en Venezuela, para intentar deshacerse de estos billetes que en pocas horas pasarán de ser la moneda más fuerte del actual cono monetario venezolano, a convertirse en un papel sin ningún valor.
Desde que el pasado domingo el presidente Nicolás Maduro anunciara un plazo de 72 horas para dejar sin valor comercial los billetes de 100 bolívares, la economía venezolana se ha convertido en un torbellino sin control.
Monedas nuevas
Sandra Ochoa, coordinadora regional del Banco Bicentenario en Táchira, dijo que tanto la banca pública como privada inició operaciones sin haber recibido instrucciones precisas sobre las nuevas disposiciones presidenciales.
“Estamos esperando instrucciones desde Caracas, aún no tenemos una directriz y no estamos autorizados a dar ningún tipo de información”, aseguró, al tiempo de precisar que las monedas del nuevo cono monetario aún no han sido puestas en circulación, por lo que intentarán responder a los requerimientos de los usuarios, con los billetes disponibles, aunque reconoció que tal vez no sean suficientes, y dejó entrever que no hay un “Plan B” definido.
“Si un cliente viene hoy o mañana a retirar efectivo de su cuenta personal, le entregaremos billetes de 100 bolívares, porque hasta el jueves esos billetes continúan siendo de curso legal”, dijo, en lo que pareciera ser un contrasentido, si se toma en cuenta que los billetes en cuestión perderían todo su valor en menos de 72 horas.
La funcionaria dijo que los bancos intentarán satisfacer las necesidades de sus clientes, en la medida de sus posibilidades.
Sin alternativas
Ante el evidente hecho de que la afluencia de usuarios supera la capacidad de la banca pública y privada en Venezuela, los usuarios, preocupados ante la posibilidad de que algunos no puedan depositar sus billetes en el tiempo previsto, claman a las autoridades por alternativas.
Eladio Useche, un jubilado de 63 años de edad, solicitó que para los diez días en los que sólo se podrán canjear billetes en el Banco Central de Venezuela, el gobierno habilite al menos dos agencias de la banca pública por región como filiales temporales del Emisor, para facilitar el trámite.