Pruebas hechas a dos animales en San Faustino, Norte de Santander, confirmaron el tercer brote de fiebre aftosa en Colombia en menos de 30 días. Se espera que en los próximos minutos el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y el Ministerio de Agricultura, desde Bogotá, confirmen el hecho.
Este corregimiento de Cúcuta ha sido durante años, según las mismas autoridades, uno de los pasos obligatorios del contrabando de ganado desde Venezuela.
Los últimos casos de la enfermedad en Norte de Santander se habían presentado en 2008 en Guaramito (otro corregimiento de Cúcuta) y el municipio de Sardinata. En ese momento la autoridad sanitaria sacrificó más de 700 animales.
Andrés Hoyos, presidente del Comité de Ganaderos de Norte de Santander (Coganor), indicó que este era un riesgo inminente debido al paso constante e ilegal de ganado en pie y carne en canal desde Venezuela, en donde el control sanitario se cree no alcanza ni para el 50% del hato ganadero existente.
El nuevo brote de aftosa termina de ensombrecer el panorama del sector ganadero del país, que ya cuenta con cerca de 13 municipios y más de 28 veredas en cuarentena, por los brotes comprobados en Tame (Arauca) y Yacopí (Cundinamarca).
La historia
Las alarmas sobre Norte de Santander se prendieron el sábado pasado (15 de julio) cuando un camión de carga con 15 bovinos (machos) fue revisado por funcionarios del ICA de la región.
Dos de los animales, según pudo conocer La Opinión, presentaban úlceras en las extremidades y babaza –síntomas de la enfermedad- lo que llamó la atención de los profesionales de la autoridad sanitaria, quienes inmediatamente siguieron el protocolo establecido, tomando las muestras y enviándolas a Bogotá para su confirmación en laboratorio.
El conductor del vehículo, al parecer, portaba las guías de movilización sanitarias emitidas por el ICA y necesarias para el transporte de ganado. Los animales habrían salido de la vereda Llano Seco (Guaramito), con destino a Chinácota.
El tercer brote de aftosa también se confirma un día después que el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, reconociera en medios nacionales que en los brotes de la enfermedad vinculados con animales de contrabando podrían haberse presentado casos de corrupción de funcionarios ICA, entidad encargada de mantener el nivel sanitario del país.