El envejecimiento es el problema principal que enfrentan los cacaoteros del país que, por falta de recursos y apoyo del Estado, ven como los cultivos se quedan sin renovar.
En Norte de Santander, los productores del grano no son ajenos a esta realidad y así se lo hicieron saber ayer a la Asamblea, que los invitó para hablar sobre la realidad del sector.
Aunque el cacao está llamado a ser uno de los grandes beneficiados con el posconflicto, debido al potencial y el reconocimiento que tiene este producto colombiano a nivel internacional, lo cierto del caso es que los pequeños productores no tienen recursos para renovar las 70.000 hectáreas que ya cumplieron su tiempo de uso, casi la mitad de las 173.000 que están sembradas en el país.
En el departamento, la situación no es menos dramática y se estima que de las 13.000 hectáreas sembradas, cerca de 7.000 deben ser renovadas con urgencia.
Oscar Darío Ramírez, gerente técnico de la Federación Nacional de Cacaoteros (Fedecacao), que estuvo ayer en Cúcuta para cumplir con la cita en la Asamblea, recordó que los cultivos envejecidos representan un gran dilema para los productores porque tienen una baja producción, lo que se evidencia en menores ingresos y, a la vez, le restan calidad al sector.
Una hectárea de cacao de las que deben renovarse no pasa de los 120 kilos por año. “Una hectárea con mil plantas, 100 maderables, con material sano, buenas plantas de vivero, bien fertilizados y que actualmente sobresalen en Arauca, Meta, Antioquia y Cundinamarca, están produciendo hasta 3.000 kilos por hectárea en algunas fincas. Una plantación convencional que haga las cosas bien llega fácilmente a los 1.500 kilos al año”, dijo el vocero de los cacaoteros.
El problema para hacer este proceso es la plata. Según indicó Ramírez, cada cacaotero que pone su mano de obra para sacar adelante la plantación, necesita $4 millones por hectárea.
“En 2015 y 2016, el Ministerio de Agricultura hizo un gran esfuerzo por renovar hectáreas, pero nos quedamos cortos para continuar con este proceso”, aseguró.
Para garantizar un mayor volumen de producción y aumento en la rentabilidad de los productores, que hoy reciben $4.500 por un kilo de cacao –casi lo mismo que les cuesta producirlo– se requieren proyectos a largo plazo, que garanticen el acompañamiento técnico con un mayor número de extensionistas para acompañar a los productores, entendiendo que son tres años los que necesita un cultivo para empezar a generar ventas.