Con el 89% de los colombianos pensando que el café es la bebida nacional por excelencia, la actividad productora de 550.000 familias cafeteras en todo el país tiene un peso muy importante para el desarrollo del sector rural.
Ayer, durante la celebración del Día Nacional del Café, cuya calidad se distingue por factores como aroma y sabor, los productores de Norte de Santander recordaron que a pesar de los auxilios y el mejoramiento de las condiciones para la comercialización, la actividad sigue teniendo una rentabilidad baja.
Luz Marina Contreras, líder de una de las 15.744 familias productoras de la región, indicó que hoy la caficultura es más difícil debido al precio de los fertilizantes y la dificultad para conseguir mano de obra, una situación que se refleja cada año cuando llega el momento de recoger la cosecha.
Según Mario López, vicepresidente del Comité de Cafeteros de Norte de Santander, los caficultores están recibiendo en promedio $850.000 por la carga, una cifra que apenas está alcanzando para soportar los costos de producción.
El otro hecho que genera un impacto directo sobre la siembra del café es la renovación de cultivos. En los últimos años las metas del comité han sido altas y difíciles de cumplir en algunos momentos.
A junio de este año se fertilizaron 444 hectáreas en todo el departamento y la meta es llegar a las 1.600 hectáreas, “pero nosotros esperamos llegar por lo menos al 80%”, resaltó López.
La importancia en este proceso radica, por ejemplo, en que en 2016, debido al fenómeno de El Niño, caficultores de varias zonas del departamento la cosecha fue 50% buena y 50% averanado, es decir que en la mitad del grano la almendra no se maduró de manera correcta.
Más consumo
Durante la celebración del Día Nacional del Café, también se conoció que los colombianos consumieron 1,7 millones de sacos del granó en 2015, un incremento del 33% frente a la cifra de 2009. El estudio del programa Toma Café, reveló que el consumo de cafés especiales aumentó un 5%.