Los cafeteros de Norte de Santander, al igual que los de otras regiones del país, sufren en cada época de cosecha por la ausencia de recolectores. La migración de las personas del sector rural hacia las ciudades y el atractivo de los cultivos ilícitos, son los mayores enemigos de esta actividad.
Este año, las familias de la que se dedican a la producción del grano insignia del país buscan cerca de dos mil recolectores para el último trimestre. La directora ejecutiva del Comité de Cafeteros del departamento, Ana Belén Manrique, explicó que la cosecha en este segundo periodo del año se concentra en municipios como Toledo y Labateca, además de los que componen la provincia de Ocaña.
Para solucionar los problemas a la hora de conseguir recolectores, los cafeteros emprendieron en los últimos años estrategias que al final no dieron los resultados esperados. Por ejemplo, en su momento, desarrollaron un plan de capacitación apoyados por el Sena, pero al final las personas que recibieron la inducción no acudieron a las fincas cuando el grano estaba listo.
Al respecto, Manrique dijo que las personas se capacitaron, pero tenían expectativas diferentes frente a la actividad, una de ellas “es que pensaban que los iba a contratar la empresa y no el dueño de la finca cafetera, como sucede”. Además, aseguró que otro problema es el traslado de los pueblos o de las ciudades a los sectores donde están los cultivos.
Este año, el comité está recogiendo la información de las fincas que requieren recolectores para anunciarlo en las emisoras comunitarias.
Frente la actividad de raspar coca, que durante años le ha quitado trabajadores a los cultivos legales, Manrique aseguró que el impacto ha disminuido y ya no está siendo tan atractiva para los habitantes del sector rural, una dinámica que se espera continúe mermando.
A nivel nacional, de acuerdo con las declaraciones del gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez, se requieren cerca de 60.000 trabajadores para recoger el grano de café.
“Hacemos un llamado a la gente en todo el país, tenemos una buena cosecha, se están pagando precios muy interesantes. Un buen recolector de café puede ganar entre $40.000 y $60.000 diarios, o más”, aseguró el jefe de los cafeteros.
En Norte de Santander, según explicó Edgar Santos, productor y presidente del comité departamental, los recolectores pueden ganar entre $30.000 y $50.000 al día, dependiendo de la cantidad de grano que recojan, entendiendo que se paga entre $300 y $500 por kilo.