Con la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) no solo se evita que la temperatura del planeta supere los 1.5 grados centígrados, una meta que se impuso el mundo, sino que se obtienen grandes beneficios en la salud de las personas al estar expuestas a menos contaminación. Pero, algo no menos importante: se reducirían las consecuencias económicas.

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Para el ingeniero Juan Miguel Torrado, profesional especializado de la subdirección de Cambio Climático de Corponor, el cambio climático ya no es algo que se discuta, porque es algo que está y que afecta a todos.

El incremento de las temperaturas, sumado a desastres naturales, sequías, inundaciones y otros fenómenos, ponen en riesgo la vida y la economía local.

Estos eventos, junto al cambio general en los patrones climáticos y la pérdida de cosechas, afectan la disponibilidad de productos y servicios esenciales como los alimentos, el agua o la electricidad y por ende los precios suben.

Dijo Torrado que desde Corponor se vienen desarrollando algunas actividades que van encaminadas a reducir los factores que incentivan el cambio climático. Recordó que cada una de las acciones humanas puede favorecer o desfavorecerlo.

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Colombia a través de su Contribución Nacionalmente Determinada (NDC) está comprometida a reducir las emisiones de sus GEI en un 51 % al 2030 y lograr la neutralidad del carbono al 2050. 

De acuerdo con María Neira, directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando se toman decisiones para combatir el cambio climático, las NDC representan para las poblaciones beneficios enormes en cuanto a salud. 

Según el ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, gracias a la implementación de acciones en cambio climático por parte de Colombia, cuyas metas ambientales se cuentan entre las más ambiciosas del mundo a pesar de que solo produce emisiones en un 0.6 %, las personas tienen, y tendrán a futuro, una mejor calidad de vida al respirar un aire más limpio, entre otros muchos beneficios. 

De seguir el sendero alentador que se vislumbra, podrían mermarse, hasta en un millón de casos de enfermedades como consecuencia climática. Además, se propone reforzar más el argumento y acercar más a la ciudadanía a esta relación explícita entre cambio climático, calidad del aire y salud pública.

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Aquí les tenemos cinco casos en los que el cambio climático afecta las finanzas personales o familiares.

Alza en los recibos de la luz y del agua

Esta es una consecuencia que no se percibe a primera vista, sin embargo, el aumento o la disminución de estos servicios sí está directamente relacionada con lo que está pasando con el cambio climático en el mundo.

Los lugares que son más afectados por sequías y cuya fuente de electricidad proviene de la energía hidroeléctrica, existe un impacto en el precio de la luz, al igual que en los lugares donde hay escasez de agua y el esfuerzo de las empresas por mantener el abastecimiento se representa en inversión y esos gastos se ven reflejados en el consumidor final. 

Aumento de recursos para atender las emergencias 

Actualmente, Norte de Santander destina más de $20.000 millones para atender esas emergencias como deslizamientos, inundaciones, remociones en masa y cualquiera otra eventualidad natural que se presenta como consecuencias de acciones que no contribuyen con la preservación del medio ambiente. Si no se tuviera que permanecer en alerta, estos recursos podrían destinarse a otros sectores con alguna vulnerabilidad.

Adicionalmente las familias y el sector agrario han optado por seguros para resguardarse de cualquier contingencia que se pueda llegar a presentar.

Mayor gasto en salud

Según la Organización Mundial de la Salud las muertes provocadas por la contaminación atmosférica llegan a cerca de 7 millones al año.

La contaminación del aire, por ejemplo, es uno de los efectos que más está teniendo consecuencias.
Los expertos aseguran que es hora de darse cuenta de que nadie está a salvo de los efectos del cambio climático. Tanto las olas de calor extremo, como las olas de frío intenso afectan considerablemente la salud de las personas y esto hace que se les genere un gasto extra de sus recursos.

Menos crecimiento económico

En los próximos 30 años, si no se toman medidas de mitigación, se podría llegar a tener una contracción económica global de entre 10% y 18%, lo que generaría grandes consecuencias y directa e indirectamente se terminarían afectando las finanzas personales.

El lento crecimiento económico generaría que haya menos trabajo disponible, aumenten los despidos y se resienten los salarios, causando un caos en todos los sectores.

El desafío es lograr un desarrollo económico con menos emisiones.

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Otras acciones 

Disminuir la cantidad de residuos sólidos que se producen en la cotidianidad, como basura, la comida que se bota cuando se deja dañar y que generan gases de efecto invernadero, así como el uso eficiente de la energía y el ahorro del agua.

Tener una cultura de utilizar medios de transporte que sean más amigables con el medio ambiente, como las bicicletas, el transporte público, evitar el consumismo, todo sumado a las decisiones que se tomen desde las políticas de Estado que vayan encaminadas a mejorar la calidad del ambiente.

Siembra de árboles. El promedio anual de emisiones de carbono por persona es alrededor de 6 toneladas de CO2, lo que equivale a 72 árboles que deberían ser plantados por cada persona para eliminar su huella de carbono.

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