Si bien en el primer mes del año los consumidores dejan de comprar o hacer uso del crédito debido a los gastos de diciembre, este año con respecto a enero de 2014, el crédito de consumo subió 8,5%.
Según el informe del sistema financiero, que presenta la Superintendencia Financiera, los préstamos que jalonaron el uso de esta cartera fueron: el crédito de libranza, que pasó de $28 billones a $32 billones, con una variación real anual de 12,14%; tarjetas de crédito que subió $1 billón y se ubicó en $19 billones para este año, con variación de 11,1%; y el de vehículo que pasó de $9 billones a $10 billones, con variación real anual de 11,28%.
La tendencia en el consumo de este tipo de crédito (libranzas), según Alfredo Barragán, experto en banca de la Universidad de los Andes, es que el usuario desea, cada vez que comienza un año, refinanciar sus deudas.
“Con el crédito de libranza lo que se busca es unificar las deudas a un plazo amplio y a una tasa baja”, dijo el experto. Casi siempre el incremento de esta cartera se da porque la gente traslada su crédito de consumo para refinanciar su deuda, “se ven muy colgados con la tarjeta de crédito y quieren mejorar su flujo de caja”, agregó Barragán.
Para el analista, en el crédito para vehículo el movimiento se trataría de desembolsos que se dieron por las compras de carros en diciembre, fechas en que hay más promociones.