En el trimestre móvil mayo-julio de 2015, Cúcuta y su área metropolitana registraron una tasa de desempleo de 13,4%, una disminución de 1,6% puntos porcentuales con relación a igual trimestre de 2014.
A pesar de la leve reducción, la zona de frontera sigue ocupando los primeros lugares de desempleo. Se prevé que para el próximo trimestre este indicador aumente por la masiva deportación de colombianos por parte de Venezuela.
Según el Dane, el número de desocupados en el periodo de estudio pasó de 61.012 a 55.878 personas.
Por otro lado, la tasa de ocupación en los municipios metropolitanos subió 2,4% en el último año, al pasar de 346.954 ocupados en el trimestre móvil mayo-julio de 2014 a 355.369 en igual trimestre de 2015.
Es precisó entender que del total de personas registradas con trabajo, más del 70% lo hacen de manera informal, es decir, sin contratos laborales formales ni beneficios sociales que establece la Ley.
El profesor de economía de la Universidad Libre, Mario Zambrano, explicó que la llegada de deportados a Cúcuta influenciará la Tasa Global de Participación (TGP), indicador que reflejará la presión de la población en edad de trabajar sobre el mercado laboral existente.
Según Zambrano, el aparato productivo de Cúcuta es muy débil, “y no podrá absorber la mano de obra proveniente del vecino país porque la gran mayoría carece de ciertas calificaciones a nivel de estudio, y ciertas habilidades laborales”. Sector de la población que debe tener un tratamiento laboral especial.
El cierre de los puentes internacionales entre Norte de Santander y Venezuela generará un mayor impacto en el empleo del “trabajador fronterizo” en comercios, confecciones, calzado y servicios en Ureña y San Antonio, ya que no pueden regresar a sus labores cotidianas.
En la reunión de ayer, entre gremios y Gobierno Nacional, se acordaron medidas de choque con el fin de evaluar qué tipo de figura de empleo puede generar el sector empresarial para la población deportada.