Los colombianos no deben esperar un aumento salarial mayor al 5% para el 2018. La estimación, hecha por algunos economistas del país, va en contravía de las pretensiones de los sindicatos de trabajadores que plantean incrementos entre el 9% y 12%, y en línea con el sector empresarial, que se ha caracterizado por hacer propuestas bajas.
Ayer, se inició formalmente la discusión sobre el aumento salarial para el próximo año entre trabajadores, empresarios y Ministerio de Trabajo. Este último, si no hay una negociación, se verá obligado a definir por decreto dicho aumento, tal como ha sucedido en los últimos años, a excepción de 2013.
Anoche se esperaba la socialización de la cifra de productividad por parte del Departamento Nacional de Planeación (DNP), la cual estaría bordeando el 0,5%. El otro índice que se tiene en cuenta en esta negociación es la inflación, la cual se espera cierre el año entre 3,9% y 4%. Con estos parámetros, Saúl Pineda Hoyos, director del Centro de Centro de Pensamiento en Estrategias Competitivas (Cepec) de la Universidad del Rosario, dijo que el aumento debe estar alrededor del 5% o un poco menos.
El problema para el economista es que la productividad industrial del país es muy baja debido a la dependencia persistente de la industria petrolera, lo que hace muy difícil hacer ajustes más altos al salario mínimo. Además, en este contexto, hacer aumentos muy altos pondría en aprietos a las empresas y aumentaría la inflación.
El rango del 5% también es la previsión de Sergio Olarte, analista macroeconómico de BTG Pactual, que no espera grandes variaciones del costo de vida en diciembre. Si este pronóstico se cumple, el ingreso mínimo mensual en Colombia pasaría de $737.717 a $774.602, apenas con $36.885 más.
En 2017, 2016, 2015 y 2014, los aumentos decretados fueron de 7%, 7%, 4,6% y 4,5; respectivamente.
Ante la dificultad que presenta esta nueva mesa de negociación y las bajas perspectivas económicas, Francisco Maltés Tello, miembro ejecutivo de la Central Unitaria de Trabajadores (Cut), reconoció que el incremento al salario mínimo puede no ser tan representativo y por eso hay que buscar una fórmula que permite un ajuste digno a los ingresos de los trabajadores.
De no concretarse ningún acuerdo en las reuniones de concentración que iniciaron ayer y que durarán gran parte del mes, el Gobierno Nacional tiene hasta el 30 de diciembre como último plazo para emitir el decreto del aumento.
*Con información de Colprensa