Las condiciones de los créditos especiales que el Gobierno Nacional ha ofrecido en los últimos años a los empresarios del departamento deben ser redefinidos, según los empresarios del sector del calzado de Norte de Santander.
El problema principal de estos empréstitos está en los tiempos de pago, explicó Jimmhy Salazar, vocero del gremio de las peleterías. El dirigente del grupo de comerciantes que se dedican a la venta de todo tipo de insumos para la fabricación de calzado, dijo que los plazos otorgados para los préstamos son muy bajos y hoy, muchos empresarios están reportados ante las centrales de riesgo o en deuda con sus proveedores.
Por este motivo, los peleteros junto al grupo de empresarios del centro de la ciudad, denominados como G Cúcuta, le solicitaron al Gobierno Nacional revisar los plazos y aumentarlos a cinco años, incluyendo ahí los préstamos que ya están otorgados y que tienen término de tres y menos años.
En el último paquete de ayudas dado a raíz de la crisis que generó el cierre de la frontera con Venezuela, Bancóldex ofreció a los empresarios de Norte de Santander una nueva línea de crédito por $80.000 millones, que se prestarán a un plazo de uno a tres años, dependiendo de la utilidad final de los recursos.
“Nosotros no estamos pidiendo que nos regalen nada, pero sí que nos den facilidades para pagar, las actuales condiciones no favorecen”, dijo Salazar.
La gerente de la Corporación de Industriales de Calzado y Similares de Norte de Santander (Corpoincals), Mónica Díaz, expresó que al problema de los plazos se suma la mala calificación financiera de algunos empresarios que, presionados por la crisis han terminado incumpliendo sus préstamos ante las entidades crediticias, siendo reportados en las centrales de riesgo y, por ende, no calificando para los créditos especiales.
“Estas inconformidades vienen desde hace mucho tiempo”, aseguró Díaz.
A esto, aseguró la gerente de Corpoincals, hay que agregar la baja capacidad de pago que hoy tienen los empresarios a causa de muchos años de crisis. “ Entonces, si ellos van por $40 millones, el banco les autoriza $20 millones o menos, que no son suficientes para reactivar el negocio”.
Los empresarios necesitan que los recursos funcionen como un capital semilla, dijo Díaz.