La innovación, como el cuerpo humano, requiere de cerebro y músculo. El primero para planificar una estrategia y el segundo para desarrollarla.
Al igual que un deportista de alto rendimiento, que debe usar toda su inteligencia y capacidad física para alcanzar cada día mayores niveles de rentabilidad, esta semana 14 empresas de Norte de Santander terminaron un entrenamiento de cuatro meses que les permitirá alcanzar un crecimiento sostenido gracias a los procesos innovadores que ahora están en capacidad de implementar.
Al final del proceso, cada uno de los equipos de trabajo presentó un proyecto innovador pensando en mejorar el comportamiento de sus unidades de negocio. Alicia Garavito, cordinadora de la estrategia de Sistemas de Innovación de Colciencias –entidad del Estado que lidera el proceso–, dijo que el objetivo principal es que las empresas aumenten la inversión en ciencia, tecnología e innovación, entendiendo que solo así se garantiza un crecimiento sostenido y exponencial.
Una de las metas del Estado con la promoción de la innovación es hacer que la inversión en este concepto llegue al 1% del Producto Interno Bruto (PIB) y que dicho monto provenga 50% del sector privado y 50% del Gobierno. En la actualidad, el 70% de la inversión para este concepto proviene de recursos públicos y solo el 30% de la industria.
Durante esta primera convocatoria para recibir un entrenamiento especializado en procesos innovadores, participaron en total 123 empresas en el país. La segunda convocatoria se desarrollará en dos semanas y ahí los nortesantandereanos tendrán 17 cupos.
Las empresas, cuyo primer requisito es haber firmado el pacto por la innovación, también deben cumplir requisitos como ventas anuales por $800 millones y, teniendo en cuenta este último, cerca de 746 negocios de la región podrían ser capacitados.
Experiencia innovadora
La clave del éxito de un proceso innovador en una empresa está en su nivel de rentabilidad. Valeria Sánchez, consultora IXL Center, empresa estadounidense encargada de entrenar a los empresarios de todo el país, explicó que el primer paso es establecer una estrategia en donde se incluya cuál es el objetivo, cómo se va a alcanzar y bajo qué parámetros cuantificables se va a medir el impacto del proceso.
A propósito, Yuli Andrea Rojas, líder de mejoramiento continuo del Grupo Nova, especificó que ahora, con el adiestramiento recibido, hay mayor conocimiento en temas como la distribución de los recursos y la estructuración de los nuevos proyectos, aspectos que harán mucho más fácil hacer de la innovación un proceso continuo, con un sistema organizado y una cultura organizacional dispuesta a estos cambios.
Justamente, Diego Fernando Montes Gutiérrez, gerente general de Organización La Esperanza, expresó que adquirieron las herramientas para hacer de las nuevas ideas parte del día a día de la compañía, pero de forma metódica.
Al final lo importante es nunca estar satisfechos con los productos, procesos y servicios. Siempre los empresarios tienen que buscar renovar el negocio y pensar en grandes crecimientos, porque “si piensan en pequeño nunca van a llegar a ser grandes”, apuntó Sánchez.