El trabajo que durante nueve años habían desarrollado los ganaderos de 29 municipios de Norte de Santander para ser declarados libres de fiebre aftosa, se perdió esta semana, con el descubrimiento de nuevos casos de la enfermedad en la vereda Llano Seco, en San Faustino, corregimiento de Cúcuta.
Andrés Hoyos, gerente del Comité de Ganaderos de Norte de Santander (Coganor), indicó que desde el 2008 cuando se había presentado el último caso del virus en el departamento, los empresarios del sector venían trabajando buscando que el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) los sacará de la zona de protección especial, que les impide negociar ganado libremente hacia el interior del país.
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Este año, precisamente, el gremio esperaba una respuesta positiva a la petición que se le había hecho a la entidad, buscando salir de la lista negra, aprovechando que los niveles de vacunación contra la enfermedad superaban el 98% y que desde hace varios años no se presentaba ningún foco de aftosa.
Olga Lucía Díaz, directora técnica de Epidemiología del ICA, indicó que en vista de la solicitud hecha por Coganor, se practicaron las pruebas pertinentes a 2.500 animales dispersos por toda la zona de protección y la conclusión fue que la zona estaba libre de aftosa. Pero, con el resurgimiento del virus, todo este trabajo se había perdido y por ahora no se podía pensar en el levantamiento de la zona de protección.
Carlos Hernández, director regional del ICA, explicó que el tiempo ahora para pensar en esto va a depender de como se desarrolle la atención del nuevo virus y de que no se presenten más casos. Mientras que Hoyos está seguro de que serán por lo menos otros nueve años en que los ganaderos estarán comercialmente sentenciados, teniendo en cuenta que el comercio de ganado legal en la región es muy bajo, debido al contrabando desde Venezuela.
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Una muestro de ello es que el frigorífico Friogán, en donde se estaban enviando cerca de 300 reses en canal hacia el mercado nacional, solo se sacrificaban 15 diariamente para el mercado local.