
Históricamente, el estado Táchira ha sido uno de los mayores productores de alimentos de Venezuela, suministrando vegetales a varios estados del occidente y centro del país, al tiempo que su producción de carne satisfacía el mercado local y las demandas del centro y oriente venezolano.
Sin embargo, desde hace unos dos años, los niveles de producción en la entidad se han reducido un 90%.
Así lo señaló Leonardo Figueroa, presidente de la Asociación de Ganaderos del estado Táchira (Asogata), quien destacó que tan abrupto descenso obedece a las restricciones que el gobierno venezolano impuso a la movilización de ganado en pie, productos agrícolas, incluso, insumos básicos: fertilizantes y plaguicidas.
“El gobierno impide la reposición de reses para beneficio y ordeño, mientras que regula el suministro de semillas para la siembra”, apuntó el dirigente gremial.
Figueroa indicó que si bien no cuentan con estadísticas oficiales por parte del gobierno, el sacrificio de reses en los 8 mataderos privados existentes bajó de 8 a 10 veces. “Mataderos industriales que tienen la capacidad de beneficio diario de entre 500 y 600 reses, hoy están matando de 50 a 60 reses. Eso significa una caída inmensa. Se está matando 10% de lo que se sacrificaba en años anteriores”.
Añadió que similar situación enfrentan quienes se dedican al procesamiento de lácteos, pues las dificultades en el acceso a combustible ha reducido en 50% la capacidad de ordeño y, por ende, la fabricación de productos como queso y otros derivados.
“Empresas que tienen vacas de alta producción no pueden cumplir con las labores de ordeño en la mañana y en la tarde como es lo ideal, sino que se ven limitadas a hacer un solo ordeño al día al no poder movilizar sus vehículos hasta las plantas procesadoras por las fuertes restricciones en el suministro de gasolina y gasoil para los vehículos y las plantas de enfriamiento”, agregó.
Según el presidente de Asogata, las autoridades ya no consideran como frontera a la línea que divide a Colombia y Venezuela, sino que esta ha sido “corrida” al interior de la entidad, en el entendido de que las prohibiciones para la movilización de insumos y productos agrícolas se aplican al interior del territorio tachirense, como si de suelo extranjero se tratara.