A pesar de que la inflación ha subido un poco en los últimos meses, no representa un riesgo para el país porque sigue estando dentro del rango meta del Banco de la República que es de 2 % a 4 %.
En el área metropolitana de Cúcuta, la cifra fue de 2,85 % en el acumulado de 2018.
Sin embargo, el país sigue enfrentando varias presiones inflacionarias a las cuales hay que prestarles atención.
Durante la presentación del Informe de Inflación, el gerente del Banco de la República, Juan José Echavarría, destacó que el dólar en Colombia ha subido más que en otros países de la región y su incremento es uno de los tres factores que están presionando la inflación.
La tasa de cambio se ha venido acelerando en las últimas semanas, y la relación entre el precio del dólar y el del petróleo se rompió desde hace algunos meses.
El gerente del Emisor añadió que el incremento fuerte del salario mínimo (6 %) es otra de las presiones inflacionarias que afectan al país, así como el comportamiento de la tasa de cambio.
El desempleo por su parte se desconectó del crecimiento económico lentamente.
“Uno esperaría que a medida de que la economía crece y se dinamiza, el desempleo se reduzca, pero eso no es lo que está pasando”, dijo Echavarría.
Según el gerente general del Banco, Colombia es un país con un desempleo “exageradamente alto”. Durante los últimos 10 o 15 años el indicador estuvo por encima del 10 %.
“La primera pregunta es qué estamos haciendo los colombianos para que se genere un desempleo en esos niveles”, dijo.
Agregó que el empleo generado está creciendo muy poco en todas las categorías y solo la variable desempleo de los asalariados urbanos, está mejorando.
“Hasta ahora no tenemos una explicación de por qué el desempleo subió, puede ser por migración venezolana en el campo o en las ciudades, vamos a continuar estudiándolo”, expresó.
Según Echavarría, es bueno prepararse para la migración, porque es benéfico para el crecimiento a largo plazo del país.
Los analistas están esperando que haya un cambio en la política de tasas de interés después de un año de permanecer fija.
Otra de las amenazas para la inflación es el comportamiento de los precios de los regulados.
“Los regulados crecieron al 5,78 % y eso está muy por encima de lo que quiere el Banco de la República. Eso está sucediendo por lo que pasa con Hidroituango, Electricaribe y una inversión fuerte en energía que hace el país”, dijo el gerente.
En cuanto al IPC de alimentos continuaría con tasas de aumento algo superiores a la meta. La inflación sin alimentos ni regulados, que en marzo de 2019 se situó en 2,38 %, convergería al 3 %, jalonada por el cierre gradual de la brecha del producto y por la depreciación nominal anual observada y esperada, y su traspaso a los precios internos.
Si bien el gerente del Emisor aseguró que Colombia es un país “increíblemente estable en sus tasas de crecimiento” frente a otras economías de la región, sostuvo que sectores como la construcción, incluso el agro, no están presentando su mejor comportamiento.
“Los otros sectores están creciendo más que antes. La industria está creciendo más que en el pasado, pero a tasas relativamente bajas”, indicó.
Construcción, un sector en ajuste
La Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) Cúcuta y Nororiente, explicó que el 2019 inició con un ajuste en los indicadores líderes de Coordenada Urbana en el total Nacional.
Según la entidad, a nivel regional arrancó con una contracción en lanzamientos (-22%) y un crecimiento en ventas para los últimos 12 meses (a marzo) de 7,5%, mientras que un año atrás ambos indicadores crecían 98% y 25%, respectivamente.
“Aunque es un comportamiento que se da a nivel nacional, y que ha llevado a un ajuste a la baja en la previsiones de crecimiento del sector, en la región, la realidad socieconómica de la misma (aumento de la pobreza, altas tasas de desempleo e informalidad) sumado a la preocupación generada por el POT y la incertidumbre ante el panorama político que generan las elecciones de alcaldes y gobernador, han influido de alguna manera en las decisiones de inversión de los empresarios y los hogares”, dijo Margarita Contreras, gerente de Camacol.
La OCDE prevé aceleración de la economía
La OCDE pronostica una aceleración del crecimiento de la economía colombiana este año y el próximo, gracias al impulso de las inversiones y a los bajos niveles de inflación, aunque prevé un mayor déficit comercial por los malos datos en las exportaciones. En su informe semestral de Perspectivas, publicado ayer, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) apunta que el incremento del producto interior bruto (PIB) evolucionará hasta el 3,4 % en 2019 y el 3,6 % en 2020 (tras el 2,7 % en 2018), seis y tres décimas más de lo anunciado hace seis meses.
El llamado “club de los países ricos” considera que la política monetaria del país es “apropiada” y la fiscal “prudente” para permitir que el déficit público siga reduciéndose, pero recomienda mayor apertura al comercio y a la competitividad para impulsar la productividad. Según el organismo, Colombia seguirá beneficiándose del crecimiento económico, respaldado por más confianza de los consumidores, las empresas y los mercados de crédito.
Sin embargo, destaca la ampliación del agujero comercial pues los flujos migratorios desde Venezuela están aumentando la demanda (+4 % en 2019 y +3,5 % en 2020) lo que lleva al alza las importaciones de bienes y servicios (+7,4 % en 2019 y 3,6 % en 2020), mientras que las exportaciones progresan a otro ritmo (+3 % y +4,2 %).
“El déficit por cuenta corriente sigue siendo financiado en gran parte por la estable inversión extranjera. El desempleo ha aumentado y la creación de empleo sigue siendo floja con una mano de obra al alza por la inmigración”, constata.