La baja dinámica comercial internacional que en los últimos años ha caracterizado a Norte de Santander, se agudizó en los dos últimos meses con el cierre fronterizo.
Por esta situación, según la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional (Fitac), más de 2.641 toneladas de mercancía, que tienen un costo aproximado de 6,4 millones de dólares, están represadas en las bodegas de la ciudad, al no poder ser transportadas hacia Venezuela.
Pero, el problema es mucho mayor, según indicó la Federación en un informe. Con la clausura de los puentes internacionales, algunos operadores logísticos, para no incumplir con los compromisos adquiridos, enviaron la mercancía vía aérea o la transportaron por carretera hasta los puertos colombianos, para embarcarla desde allí hacia los puertos venezolanos. Los sobrecostos de esta operación suman cerca de 8 millones de dólares.
De acuerdo con las cifras de la Federación Colombiana de Transportes de Carga Por Carretera (Colfecar), algunos transportadores, después de tener sus vehículos cargados y parados en Cúcuta, tuvieron que irse por Cartagena, generando sobrecostos de $2,7 millones a cada transportador.
Toda esta situación ha generado que en los últimos dos meses las agencias aduaneras, logísticas y de transporte despidieran a 300 personas contratadas directamente y se dejaran de ocupar otras 1.300 personas en empleos indirectos.
La gerente regional de la Fitac, Sandra Guzmán, calificó la realidad como insostenible y aseguró que si esto continúa muy pocas empresas del sector van a seguir en la región.
La parálisis actual de la zona de frontera recrudece entonces la difícil situación que ya venían afrontando los operadores logísticos de la región y la zona franca de Cúcuta, que desde hace varios años sienten de manera constante una merma en el flujo comercial.
En el último reporte del Dane, correspondiente a julio –antes del cierre de la frontera– la zona franca movilizó 513 toneladas métricas de mercancía, un 20% menos en relación a igual periodo del año anterior. La merma en la cantidad también se reflejó en los ingresos, que para el séptimo mes del año fueron de 3,3 millones de dólares, una reducción del 40,1% frente a julio de 2014.
La solución
La Fitac, en una carta al Gobierno Nacional, solicitó el establecimiento inmediato de un corredor logístico de comercio exterior, que permita sacar la mercancía represada hacia Venezuela. Para vigilar la medida se propone la creación de un comité de vigilancia conformado por Fenalco, Fitac, Dian y la Cámara de Comercio de Cúcuta.