Las primeras gotas de agua del acueducto metropolitano llegarán a los hogares de Cúcuta, Villa del Rosario y Los Patios en el primer semestre de 2020. Esa por lo menos es la expectativa inicial del proyecto, que el viernes recibió por fin la confirmación de los recursos para su ejecución.

Según el convenio interadministrativo que se firmó en Bogotá, en el que las entidades comprometieron la asignación presupuestal, la inversión total será de $401.900 millones. De ellos, la mayor parte provendrá de Ecopetrol, que aportará $251.900 millones; el segundo aporte lo hará el Gobierno Nacional con $100.000 millones y, por último, la Gobernación de Norte de Santander, que dispondrá de $50.000 millones.

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El gobernador del departamento, William Villamizar, líder de la comitiva regional, celebró la firma del documento y el compromiso de Ecopetrol que finalmente “le cumplió a la región”, luego del pacto hecho tras el derrame de petróleo que se presentó en el Río Pamplonita en 2011, el cual generó serios problemas para el abastecimiento de agua potable en toda el área metropolitana.

Jairo Mendoza Ferreira, gerente de la Empresa Metropolitana de Servicios Públicos Domiciliarios, creada para el manejo del proyecto, indicó que ahora se viene el proceso licitatorio y la contratación de las obras.

De acuerdo con el documento Conpes 3798 de 2014, será Ecopetrol la encargada del desarrollo del proyecto. Al respecto, Villamizar dijo que se espera que en unos dos meses la estatal petrolera tenga listos los pliegos de peticiones para los diferentes procesos, como contratación e interventoría, obedeciendo además a los últimos cambios que tuvo el proyecto.

La expectativa ahora está puesta en el inicio de las obras, que se espera se dé antes de mayo del próximo año. “Nosotros vamos a desarrollar una supervisión técnica, social y de comunicaciones. Eso lo vamos a compartir con Ecopetrol, guardando intereses por el derecho al trabajo para los proveedores de bienes y servicios del departamento, quienes deben tener la oportunidad de participar en la construcción del acueducto, como quedó establecido”, dijo Mendoza.

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La consecución del proyecto que garantizará el suministro  agua potable a los tres municipios del agua metropolitana, se convierte en un sueño cumplido que estuvo a punto de esfumarse, debido a las demoras que se presentaron en la estructuración del proyecto, la compra de los predios y la conformación de Empresa Metropolitana de Servicios Públicos Domiciliarios, todos ya superados.

Termotasajero, la sorpresa

Uno de los cambios que tuvo el proyecto del Acueducto Metropolitano de Cúcuta fue la vinculación hace dos días de Termotasajero como la empresa que hará la parte inicial del proceso: la captación del agua.

El proyecto presentaba 13 alternativas que evaluaban diferentes aspectos técnicos para la captación del agua del Rio Zulia, y al final se hizo la elección por la opción más económica, explicó Mendoza.

Hernando Díaz Martínez, representante legal de Termotasajero, indicó que el trabajo de la empresa será usar la planta de captación que ya tienen, subirla hasta la pileta donde le hará una primera limpieza, para desde ahí enviarla hacia la plantas de tratamiento que tendrá el acueducto. “Ecopetrol tendrá que instalar  la tubería para el transporte”, dijo.

Aunque esto representa cierto riesgo, según Mendoza, porque este complejo industrial se dedica al uso del agua para la generación de energía a partir del carbón y no de agua para el consumo humano, las partes llegaron a puntos de acuerdo que garantizan el servicio y reducen el riesgo en el proceso.

Por su parte, Diaz aseguró que este trabajo la termoeléctrica lo viene desarrollando desde hace varios años con Aguas Kpital, por lo que no se debe presentar ningún problema y además se le está ahorrando al proyecto el costo de construcción de una planta de captación que estaría muy cerca a la que se usará ahora. El único gasto será el pago correspondiente al cobro de la energía que se utilice para subir el agua desde el río hasta la pileta de sellado.

Sin embargo, según pudo conocer La Opinión, esta iniciativa va más allá de un ahorro en costos.

Como estaba planteado inicialmente el proyecto, la construcción de una nueva planta de captación implicaría líos en temas ambientales, así como jurídicos, pues algunos de los terrenos que se utilizarían para ello son propiedad de Termotasajero y aquí se podría llegar hasta la expropiación de terrenos si la empresa decidiera no vender.

En esta unión de voluntades quien habría servido de intermediario y facilitador sería Gregorio Angarita Lamk, director de la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor), encargada de dar los avales ambientales a los proyectos.

Según el representante de la termoeléctrica, este es un trabajo que se puede hacer sin ningún problema, que tiene un alto grado de compromiso social.