El hambre aumenta y los nortesantandereanos siguen desperdiciando comida. El departamento fronterizo, según un estudio presentado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), está en el grupo selecto de los que más alimentos tiran a la basura, tanto en la fase de producción como en la de comercialización y consumo.
Cada año, los habitantes de Norte de Santander, Santander, Boyacá y Cundinamarca, botan a la caneca, literalmente, 1,7 millones de toneladas de alimentos en las etapas de consumo y venta. La cifra es mucho más que preocupante, si se tiene en cuenta que representa el 48,3% del total de productos que se desperdician en estas fases en el país.
En cuanto a las pérdida de productos en las etapas de producción, almacenamiento y procesamiento industrial, estos cuatro departamentos también tienen el primer lugar, con 1,7 millones de toneladas, equivalentes al 27,7% del total nacional.
El desperdicio y la pérdida de vegetales, cárnicos, lácteos, granos y otros productos, es un resultado paradójico en Norte de Santander, un departamento, que, de acuerdo con los resultados del Dane, tiene el cuarto índice de pobreza extrema (indigencia) más alto del país (6,9%), y el tercero en pobreza monetaria (32,9%), es decir, que es una de las zonas de Colombia en donde hay más personas sin recursos para comprar alimentos y mucho menos para prepararlos.
Una triste realidad
En Colombia, según el DNP, de cada 3 toneladas disponibles de alimentos, una va a la basura.
El estudio que se desarrolló teniendo como base los criterios de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y de la Cruzada Nacional contra el Hambre de México, evidenció que anualmente se pierden 9,76 millones de toneladas de comida en el territorio nacional, que representan el 34% de los alimentos que se podrían consumir.
El director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Simón Gaviria, explicó que los resultados muestran la necesidad de mejorar, sobre todo, en las etapas de producción, almacenamiento y procesamiento industrial, en donde se pierde el 64% del total de los alimentos, unas 6,4 millones de toneladas.
Sin embargo, no se puede olvidar que el restante de los alimentos –el 36%– que no son bien utilizados, se quedan camino a casa (supermercados) o se desperdician en el hogar.
Entonces, de cada 100 kilos de comida, 21 kilos se dañan en los puntos de venta y 16 kilos son mal utilizados y se pierden en las casas.