Uno dos, uno dos; bom, bom, bom; piernas y corazón trabajan casi que al unísono. El cuerpo llega hasta donde las piernas aguantan y la mente deja. No hay ayudas mecánicas, no hay nada, el cansancio es lo único que se interpone entre ella y la meta propuesta.
Trotar es una pasión. Hoy, el color de su piel es un poco más oscuro por las largas jornadas de sol y su cuerpo se ve tan duro como una piedra. Su mente está igual, fuerte, como su voz.
Omaira Manrique Vargas es una de esas amantes del deporte que recorre la ciudad con sus piernas como motor. Hace tres años, de guapa, se le midió al reto de hacer 52 kilómetros de recorrido, sentía que las piernas se le iban a caer. Le dolía todo, hasta la mente, porque lo que manda en este deporte, más que los músculos, es la fortaleza mental. Cuando la cabeza dice no, las piernas también lo hacen.
“Uno empieza con el dolor en las piernas, en el cuádriceps. Pero el momento crítico es cuando la mente le dice a uno que no y ahí hay que jugar con ella”, dijo, mientras despedía a una de las clientes de su centro de entrenamiento que hoy funciona en un apartamento que adecuó, pero que está próximo a trasladar.
A sus 41 años, esta ‘running’ dice que está pasando por el mejor momento de su vida. La razón es una sola. Por fin, después de casi siete años de experiencia, se atrevió a tomar la decisión de tener un negocio propio, sin socios, solo ella.
Pero emprender no es fácil, es igual o más desgastante que correr. Es una tarea contra la mente, contra el cuerpo, contra las adversidades. “No se puede flaquear nunca a pesar de los obstáculos que se puedan presentar. Cuando uno siente que no se puede, que no llega, que hay cosas que van a impedir cruzar la meta, hay que demostrarse que sí se puede”.
Su carrera como emprendedora empezó casi al mismo tiempo que su etapa como atleta. En el 2011, luego de tres años de experiencia en el Bodytech, esta fisioterapeuta de la Universidad de Santander (Udes), seccional Cúcuta, estaba segura que lo suyo era el entrenamiento deportivo. No se veía atendiendo pacientes en una clínica, porque está convencida que los profesionales de su rama deben buscar otras alternativas, otros campos de acción.
Salió de ahí y con una compañera que pasó a ser su socia, montaron su negocio para hacer deporte. Tres años después la sociedad se acabó por una de esas razones comunes que se mueren las sociedades: las dos tenían objetivos diferentes. Manrique quería seguir con el ejercicio funcional y la socia le apuntaba más al crossfit.
En ese momento, ya la idea de negocio estaba cambiando. En la calle, corriendo, había conocido otros corredores que tenían unos requerimientos específicos y ella sabía que tenía los conocimientos para darles lo que ellos necesitaban. Ahí, en esa parte del camino, llegó el otro socio, el mismo con el que la relación terminó al comenzar este año y ese se convirtió en el momento crítico de su carrera como emprendedora.
No sabía si podría sola, si sería capaz de hacer ese recorrido sin ayuda, pensó que no podía, como cuando corrió los 52 kilómetros. “En las sociedades me ha ido bien, pero ahora pienso que uno debe medirse solo para darse cuenta de que tan fuerte se puede ser”, dijo.
Hoy, siendo un ejemplo de emprendimiento en su alma mater, Manrique sabe que le faltan muchos kilómetros por recorrer, pero durante este tiempo ha logrado consolidar un espacio de entrenamiento en donde sus principales clientes son corredores.
Pero, lo más importante, es que salió de su zona de confort, miró fuera de la caja y aprendió, como ella misma lo reconoce “que a cada problema hay una solución y cada solución es un negocio”. En su entrenamiento sabe que le faltan algunas cosas, una de ellas es tomar decisiones más rápidamente, sin dudarlo tanto, porque las carreras se pierden en un segundo.
Claves para emprender
1. El equipo de trabajo
Es más difícil hacer un emprendimiento solo. Por tal motivo, crear un equipo de trabajo interdisciplinario te permitirá tener una visión más amplia de tu proyecto emprendedor. Es importante, llevarte bien con todas las personas del equipo por eso es recomendable desde el inicio tener reglas claras y definir los roles de cada uno.
2. Validar y planificar.
Muchas veces, los emprendedores tienden a enamorarse de sus ideas, pero no hacen un ejercicio de validación previa. Usualmente se pasa del problema a la solución invirtiendo tiempo y dinero sin validar el usuario, el producto y otros aspectos importantes del modelo de negocio. A medida, que pruebas, vas construyendo paso a paso y recibiendo retroalimentación de uno de los actores más importantes, el cliente o usuario.
3. Financiación
Este es uno de los aspectos que los emprendedores consideran un obstáculo. Sin embargo, en Colombia hay diferentes mecanismos de capital semilla como Fondo Emprender del SENA, que dan recursos condonables para los emprendedores. También hay iniciativas privadas a través de concursos como Ventures o Destapa Futuro. El hecho de concursar con tu proyecto te permitirá evaluar y mejorar, así como realizar networking y hacer visible tu emprendimiento. Otra manera y dependiendo del tipo del sector en el cual se esté emprendiendo es a través de las primeras validaciones comerciales y capitalizándose a ellas mismas.
Fuente: Universidad del Rosario