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Economía
Palmicultores deben sembrar sin deforestar
Ese fue el llamado que hizo Jens Mesa Dishington, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Palmicultores.
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Jorge Andrés Ríos Tangua
Lunes, 8 de Mayo de 2017

La mala imagen que tiene  el cultivo de la palma de aceite en el mundo, por temas como la erosión y la deforestación, le está pasando factura a su producto estrella (el aceite de palma) en Europa, su principal mercado, en donde la opinión pública y algunos multinacionales impulsan el no consumo de alimentos elaborados a base de este material.

Los cultivadores colombianos y nortesantandereanos no son, ni deben ser ajenos a esta problemática, que pone en riesgo la estabilidad de un sector productivo que genera 150.000 empleos en el país, 4.748 de ellos en el departamento. 

En su gira de asambleas regionales, Jens Mesa Dishington, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Palmicultores (Fedepalma), alertó a los palmeros nortesantandereanos sobre esta situación y les recordó que la única forma de subsistir en este mercado actual es desarrollando una actividad responsable, organizada y sostenible.

La sostenibilidad no se trata simplemente de llevar una serie de prácticas agronómicas que sean amigables con el ambiente, este concepto tiene también una serie de condicionamientos sociales y económicos que hay que cumplir.

El dirigente, que estuvo ayer en Cúcuta acompañado de profesionales de Fedepalma y Cenipalma para hablar sobre los retos de esta industria, defendió que en Colombia, a excepción de unos pocos, el desarrollo de la palma se ha venido haciendo sin deforestar. Sin embargo, las malas prácticas de algunos hacen que se señale a todo el gremio y de ahí la importancia de sembrar y comercializar de forma organizada a través de los núcleos palmeros, de los que hasta ahora existen 69 en el país, 3 de ellos en Norte de Santander.

Una de las razones que permiten garantizar la siembra de la palma responsable en el país, explicó Mesa, son los 43 millones de hectáreas de frontera agrícola que tiene el país, de los que en palma hay cerca de 500.000 sembradas.

El otro tema en el que deben enfocarse los pequeños, medianos y grandes productores, así como las empresas del sector, es la certificación internacional RSPO, que poco a poco se transforma en un requisito para entrar a mercado internacionales y mantenerse en el mercado local.

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