Todos los días, desde hace un mes y medio, aproximadamente, 100 personas se dan cita para encender los motores de la planta Aceites y Grasas del Catatumbo, la iniciativa agroindustrial más grande que hasta ahora se ha desarrollado en Norte de Santander.
La estructura es algo así, como dicen en las películas, un monstruo medio dormido, pero al que todos esperan ver totalmente despierto y trabajando al máximo de su capacidad.
Aceites y Grasas del Catatumbo es el personaje de un largometraje cuyo guion se empezó a escribir hace varios años, gracias a la consolidación del proyecto de siembra de palma africana en el Catatumbo.
Los coprotagonistas de esta historia: productores y el grupo empresarial Oleoflores –copropietarios de la fábrica–, celebran que este complejo industrial ya esté rodando con éxito la primera de las tres escenas que tiene programadas.
José Pardo, director de proyecto de Oleoflores, indicó que la planta, ubicada en el kilómetro 125 en la vía que comunica a Cúcuta con Tibú, funciona actualmente con una capacidad instalada de procesamiento de 45 toneladas por hora. Pero esto es tan solo la primera fase del proyecto.
En las siguientes dos, la idea es completar las 90 toneladas por hora y después las 135 toneladas por hora, convirtiéndola en la más grande en cuanto a capacidad de Suramérica, todo un gigante en la inmensidad del Catatumbo.
Después de tantos inconvenientes para desarrollar el proyecto, la iniciativa cuenta con una buena cosecha que le permitirá acelerar los procesos de crecimiento. “El presupuesto inicial de acopio era de 160.000 toneladas este año y vamos a estar por encima de los 220.000, eso obedece, entre otras cosas, a la mejora en los planes de fertilización y a las buenas condiciones de lluvias”, agregó Pardo.
Esto, sumado a que las previsiones de cosecha se elevaron y están por encima de 300.000 toneladas para 2019, permitirán que la fase dos esté lista al iniciar ese año y, dos años después, la planta llegué al límite de su capacidad.
El alimento de este acorazado, que ocupa unas dos hectáreas y media, es llevado por pequeños, medianos y grandes vehículos de carga, desde las fincas de los productores, que valga decir, sufren por el mal estado de las vías, de todas, tanto la principal, como las secundarias y terciarias.
El fruto de la palma, que a simple vista y a lo lejos, parece una piña hormonada, pasa por diferentes procesos de la planta para transformarse en aceite de palma, palmiste y fibra. Desde que llega e ingresa a la planta, siendo sometida al calor, mientras es seleccionada en cada una de las máquinas, cada carga de fruta demora unas dos horas en ser transformada.
Por cada tonelada de fruto de palma de aceite se calcula que se genera un 22% de aceite crudo. Es decir, que las casi 1.000 toneladas diarias procesadas, dejan alrededor de 240 toneladas de aceite crudo, las cuales se almacenan en dos enormes tanques, los cuales tienen una capacidad para 2.000 toneladas cada uno.
Datos importantes
- La planta ha tenido un costo aproximado de $75.000 millones, pero la cifra no se ha definido aún.
- Hay dos tanques de almacenamiento, cada uno con capacidad para 2.000 toneladas.
- De los 100 empleados que tiene Aceites y Grasas del Catatumbo, 81 son de la región.
- La extractora está ubicada dentro de una Zona Franca que se creó para ella.
- El lote de todo el proyecto tiene 18 hectáreas, la planta ocupa 2,5 hectáreas.
- Hasta el momento hay 1.289 productores que presentaron los documentos para ser socios de la planta.
- Cada acción de la extractora de aceite cuesta $700.000 y por cada hectárea sembrada se puede comprar una acción.
- El 80% de los productores tienen 10 hectáreas sembradas de palma.