El sector empresarial y agrícola de Norte de Santander es consciente la importancia que tiene el proceso de paz para el desarrollo del departamento. La postura de los representantes de diferentes sectores frente a este hecho histórico es de gran expectativa, entendiendo las necesidades existentes.
El primer espaldarazo al proceso llega desde la Cámara de Comercio de Cúcuta. Carlos Luna, presidente de la entidad, indicó que con la paz al departamento se le abren una serie de oportunidades para el mejoramiento social y económico, además de una nueva fuente de financiamiento para el desarrollo de proyectos de infraestructura y productividad.
Los empresarios tienen un papel fundamental en este proceso que está más allá de “gustos políticos” y, en este sentido, Luna dijo que es fundamental la articulación de proyectos de encadenamientos productivos en las zonas rurales, que permitan de manera conjunta el desarrollo del sector rural, la productividad del departamento, así como el mejoramiento del nivel de vida de sus habitantes.
Sin embargo, en el sector rural, en donde se espera una nueva realidad, todo dependerá de los recursos que se le inyecten. Ciro Ramírez, presidente del Comité Intergremial departamental –entidad que agrupa a más de 17 sectores productivos– aceptando la importancia de la paz y reconociendo la buena construcción que hubo en La Habana del punto correspondiente al desarrollo agrícola, indicó que todo que se requieren recursos para poder aprovechar lo que esta escrito.
Precisamente, la llegada de inversión debe ser una de las consecuencias de la reducción de la violencia. Sin embargo, la incertidumbre que rodea a los productores es lo que pueda suceder con los demás grupos armados y las bandas criminales que operan, especialmente, en el Catatumbo. “No pueden olvidar reforzar la seguridad”, explicó Parmenio Tinoco, presidente de una de las asociaciones palmeras del departamento, quien recordó la importancia de la asociatividad para poder encaminar proyectos industriales que impacten el tejido social.
Ante este tema, Luna expresó que aún con la presencia de otros actores, sin las Farc se reducirá la intensidad del conflicto y habrá mayores oportunidades.
Para Tinoco, una buena forma de aprovechar las ventajas del posconflicto es la asociatividad, un modelo de trabajo que en el departamento ha dejado grandes desarrollos, especialmente, en los sectores de palma y arroz.
Otra opción, según Edgar Santos, presidente del comité cafetero de Norte de Santander, es que la Gobernación y los gremios trabajen de manera conjunta con el objetivo de lograr las inversiones que se requieren en vías terciarias, vivienda, servicios públicos y otros servicios y bienes fundamentales, que son deficientes en el sector rural.