En el tercer trimestre de 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia creció 0,2%, mientras que la tasa anual fue de 2,0%, gracias a las actividades agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca (10,1%) y de entretenimiento (14,1%).
De acuerdo con la directora del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), Piedad Urdinola, el sector agro aportó más de la mitad, 1,1 puntos porcentuales (p.p.), a ese crecimiento del 2,0% de la economía, principalmente por los cultivos transitorios de plátano, arroz, y aguacate, entre otros, que tuvieron juntos un aumento de 9,5%; el café, que tuvo un incremento de 33,6%; la ganadería (5,9%), por sus demandas de leche, huevos y bovinos, y la pesca (18,2%).
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“0,5 puntos los están poniendo actividades artísticas, de entretenimiento y recreación y de los hogares. Allí, lo que más jalona son los juegos de azar por vía internet; la mayoría son promovidos por lo que sucede en el mundo de los deportes, tenemos muchas finales de torneos y ligas”, informó.
La directora del DANE explicó que en este sector también tienen un peso importante los servicios funerarios y de lavandería.
Para el director ejecutivo de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, César Pabón, la reactivación económica “avanza a paso lento”, pero el último dato reflejó un crecimiento “más lento, lo que demuestra que no está garantiza esa reactivación y el último trimestre va a ser determinante”.
Destacó el buen desempeño del sector café y, en general, del agrícola, que genera réditos en la actividad económica global.
“En entretenimiento, no son solamente los conciertos y actividades lúdicas, también las apuestas y juegos de azar nos sorprenden y están jalonado la economía”, subrayó.
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El economista e investigador Alexander Botello afirmó que se ve el “enfriamiento de la economía”, por factores globales e internos, como los efectos rezagados de la política monetaria restrictiva del Banco de la República, que solo se flexibilizó este año, y la forma cuestionada en la que el Gobierno ha ejecutado el gasto público, en donde se le solicitó mayor celeridad.
Carbón, al rojo vivo
Las actividades que no contribuyeron el último año al crecimiento del PIB y tuvieron números negativos fueron la manufacturera (-1,3%) y la explotación de minas y canteras (-7,1%), las cuales aportaron -0,2 p.p. y -0,5 p.p.
Piedad Urdinola expresó que, en manufactura, el decrecimiento se debe a que la mitad de las industrias está en negativo; llamó la atención lo que ha venido ocurriendo en coquización y fabricación de productos de las refinerías y de mezclas de combustibles, así como la caída en la elaboración de artículos minerales no metálicos, bebidas (que incluye el hielo) y tabaco.
Mientras que el indicador rojo en la minería, según la directora del DANE, es por los factores que ha rodeado la producción de carbón, como “los cierres, huelgas, protestas y vías que fueron tomadas”.
Esos indicadores del PIB son el reflejo de lo que ha sucedido en estas industrias de Norte de Santander, pues, como lo informó La Opinión hace poco más de un mes, el 90% de las plantas de coque de Norte de Santander está apagada, por las condiciones macroeconómicas del mercado y situaciones internas.
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César Pabón reconoció que la producción minera se ha visto afectada por los problemas de orden público y que el indicador de la industria, si bien es menos negativo de lo que fue en los trimestres anteriores, “sigue siendo de preocupación por los grandes encadenamientos que tiene”.
Alexander Botello expresó que la minería enfrenta varios desafíos: precios internacionales volátiles, costos de producción elevados y un marco regulatorio percibido como incierto.
“Este sector ha sido históricamente un motor de ingresos fiscales y exportaciones. Su contracción no solo reduce la balanza de pagos, sino que limita los recursos disponibles para políticas sociales e inversión pública. Además, afecta particularmente a regiones dependientes de la actividad minera, como Norte de Santander, agravando las desigualdades territoriales”, apuntó el docente universitario.
Botello recalcó que, pese a que el sector manufacturero mostró una ligera mejora respecto al trimestre anterior, su desempeño negativo refleja dificultades en competitividad y costos elevados en áreas como energía y transporte, lo cual es preocupante, porque la actividad tiene un alto efecto multiplicador en el empleo y cadenas de valor.
Obras civiles impulsan el PIB
El directivo de Corficolombiana, César Pabón, dijo que el PIB se vio impulsado por las obras civiles (crecimiento del 16,5% y un aporte de 4,2 p.p.), gracias a los proyectos de infraestructura que se están ejecutando en las principales ciudades, como Bogotá, con el metro y la avenida 68; y Medellín; los cuales impactan positivamente el sector construcción (+4,1%), pues, tienen muchos encadenamientos.
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El economista Alexander Botello sostuvo que este panorama es una señal alentadora, sobre todo para la generación de empleo y la inversión pública, pero no es suficiente para contrarrestar las caídas en sectores clave como manufactura y minería.
“La expansión de las obras civiles indica que programas de infraestructura y proyectos estratégicos están ejecutándose, que tienen un impacto multiplicador en la economía. No obstante, la sostenibilidad de este crecimiento depende de la capacidad del Gobierno para mantener el gasto público eficiente y del sector privado con proyectos de inversión”, manifestó.
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