El Fondo Nacional del Ahorro (FNA) está de bodas de oro en 2018. La institución, creada en 1968, celebra sus 50 años en medio de un proceso de transformación, en el que la humanización del servicio tiene un papel fundamental.
Helmuth Barros Peña, que llegó a la institución en diciembre de 2016, es el encargado de liderar este cambio, con el que aspira completar 2,5 millones de afiliados al finalizar 2019.
Hasta ahora hay motivos para celebrar, pero como el mismo dice: “No podemos quedarnos en las metas, porque las posibilidades son demasiado grandes”.
En 2017, los resultados del FNA fueron positivos, principalmente porque cerró con un crecimiento del 7% en fondos de cesantías.
En un año difícil para la economía del país, la entidad alcanzó 100.000 millones de pesos en utilidades, 20.000 créditos colocados y tiene la expectativa de aumentar este 14 de febrero en un 15% los desembolsos de cesantías que oscilan en 2,2 billones de pesos.
Pero, aparte de los indicadores –fundamentales para el crecimiento de la institución– la principal preocupación de Barros es que los colombianos confíen en el FNA y sean muy bien asesorados cuando se acerquen a las oficinas para materializar el sueño de tener una casa, porque hoy el 60% de los colombianos pagan arriendo y con los subsidios del Gobierno Nacional “no es posible que alguien se levante sin la ilusión de tener una vivienda propia”, dijo.
La base del proceso de humanización del servicio está en los empleados y por esto el presidente está viajando, visitando las seccionales en todo el país, y reuniéndose con su equipo de trabajo, en un espacio al que llama ‘Un café con Helmuth’.
Sobre este y otros temas, La Opinión habló con este hombre de voz calmada, durante su visita a Cúcuta.
¿Para qué ‘Un café con Helmuth’?
Lo que buscamos es rescatar a los seres humanos que trabajan para los seres humanos. Estamos en un mundo donde cada vez hay más despersonalización y eso genera una deshumanización. El trabajo del FNA es muy cercano, sensible socialmente y necesitamos que las personas que estén trabajando para la gente, logren vivir dentro una organización orientada hacia el servicio con sensibilidad social.
¿En qué beneficia esto a la entidad?
Uno de los problemas que tenemos es llegar efectivamente a las personas. Los créditos de vivienda, especialmente, son muy complejos, porque cada persona que llega al FNA tiene una circunstancia específica que requiere una asesoría específica. Si verdaderamente construyes, desde el otro lado de la baranda, seres humanos que entiendan los casos de esos seres humanos, vamos a poder llegarles y construir confianza, que es lo que necesitamos para que la gente se acerque al FNA y decida tener vivienda.
¿Cuáles son los retos con este enfoque hacia el servicio?
Hay que lograr posicionar al FNA en una institución vital dentro de la política de vivienda de Colombia. Hay que lograr sacarlo del contexto político y transformarlo en un propósito de carácter nacional.
¿Cómo cree que perciben los colombianos al FNA?
Todavía hay mucha incertidumbre. Algunos todavía no creen que estemos ante una revolución en materia de financiación de vivienda. Hay mucha incredulidad. Lo único que necesitamos es encontrar la llave de acceso para que los colombianos puedan encontrar la forma correcta de ahorrar, y la mejor forma es la vivienda.
Cómo lo deben ver…
Hay que lograr que todos sepan que es posible. Que se den cuenta que ya no existe el monstruo de la cuota inicial y que se den cuenta que cada colombiano puede tener su vivienda, esto en armonía con los subsidios y el apoyo a la tasa de interés que ofrece el Gobierno, que son muy importantes. El resto, la financiación de la vivienda está perfectamente vinculado con el trabajo del FNA.
¿Qué papel juegan los ahorradores voluntarios en este nuevo plan?
Hoy Colombia tiene 20 millones de Población Económicamente Activa (PEA). De ellos, 10 millones tienen vínculos laborales con cesantías, los otros 10 millones son independientes. De estos últimos, solo están ahorrando 1,4 millones de personas y la mitad de ellos está con el FNA. Tenemos un arco de gente que no está ahorrando, así que por supuesto que los independientes nos interesan muchísimo.
Y qué planes hay para estos independientes…
‘Ahorra tu Arriendo’ que en estos días va a salir para ellos. Estamos a punto, dando las últimas pinceladas para abrir la puerta a estos independientes, que entre otras cosas pagan muy bien.
¿Aquí también entran los informales?
Hay muchos colombianos independientes que andan en la informalidad, que tienen sus cesantías pero no las consignan, no las totalizan financieramente y por lo tanto que no entran efectivamente al torrente financiero para enganchar productos financieros, que como este son necesarios para que no sigan pedaleando sobre una bicicleta estática. Que se pasen a una bicicleta de carreras para poder prosperar con su familia hacia mejores metas.
¿El crédito educativo va en bicicleta estática o de carreras?
Crecimos el 67% el año pasado, una cifra importante pero insuficiente. Estamos simplificando el crédito, pasamos de 15 modalidades a 5 y seguimos simplificándolas más. Además estamos trabajando en ser más eficientes para las personas que necesita un crédito específico, que saben qué y dónde van a estudiar. Pero, para los que aún están desorientados, estamos armando paquetes que incluyen convenios y hasta viajes para el exterior para estudiar idiomas.