La cantidad de acontecimientos diarios no habían permitido oír el latido de  los ‘Corazones de Barrio’ que se construyen en Cúcuta para la descentralización de la Alcaldía y sus dependencias, los cuales  no han escapado a problemas de diversa naturaleza.

El proyecto volvió a la palestra al conocerse que en el antiguo Centro Integral de Atención a la Familia (CIAF), en Niña Ceci, habrá un establecimiento de esta naturaleza, pero muy diferente en cuanto a los recursos financieros para desarrollarlo como en cuanto al encargado de hacerlo.

En ese barrio de la ciudadela Juan Atalaya el Corazón de Barrio no estará bajo la conducción del Área Metropolitana, sino de la Secretaría de Infraestructura Municipal de Cúcuta, y los dineros son provenientes del Sistema General de Regalías.

Habrá que andar con el estetoscopio para apreciar cómo va a ser la forma en que avanza la quinta obra de esta naturaleza proyectada a diez meses y con una inversión de 8.093 millones de pesos.

Se confía en que no vaya a terminar en similares complicaciones a las que le aparecieron en el camino a las demás edificaciones de la misma naturaleza que se van a desarrollar en otros lugares  de la capital de Norte de Santander, sobre los cuales se ha hablado mucho, pero lo cierto es que ya estando a cuatros meses de la culminación del presente mandato municipal, todavía no han sido ni terminados ni puestos en funcionamiento.

La comunidad confía en que se haya aprendido de los errores y las complicaciones registradas para que en el tiempo estipulado y, lo que es más importante, que los recursos asignados sean suficientes para la ejecución de los trabajos en Niña Ceci para poder llevar toda la oferta interinstitucional a la Comuna ocho y sus habitantes no tengan que desplazarse hasta el centro de la ciudad para hacer diligencias en entidades municipales.

Lo importante es que también se logren entregar dichos espacios en La Libertad, Scalabrini, avenida Las Américas, avenida Kennedy y el Colegio Nuestra Señora de Belén.

Se trata de una necesidad real para ayudar a hacer más manejable la vida de quienes residen en esos sectores cucuteños que por la distancia deben tomar el transporte público y gastar dinero para hacer sus trámites, cuando en estos tiempos lo que se debe hacer es acercar el gobierno a las comunidades.

La descentralización municipal es igualmente una forma de descongestionar áreas institucionales como el centro de la ciudad que a raíz de la concentración de las oficinas y despachos gubernamentales genera complicaciones sobre la misma movilidad y ocasiona congestiones y traumas para el  diligenciamiento que el ciudadano hace de sus trámites ante la administración.

Igualmente iniciativas como los ‘Corazones de Barrio’ pudieran llegar a ser la cuota inicial de algo que no debe descartarse en Cúcuta, a futuro, como las alcaldías menores, para hacer aún más cercana la administración a sus gobernados y  poder tener un vocero al que a diario se le expongan,  sin tener que irse hasta las secretarías, necesidades de urgente solución.

Además, hay que indicar desde ya que el futuro alcalde, sea quien sea de los 16 candidatos a la Alcaldía, se comprometan a hacer las gestiones y acciones necesarias para que las dependencias que funcionarán en los cinco ‘Corazones de Barrio’ cuenten con todo lo necesario, puesto que sería muy grave que quedaran sin uso alguno.

Es de suponer que para dar el ejemplo y permitir que los que se vayan entregando empiecen a latir, en el último proyecto de   presupuesto que presente la administración de Jairo Yáñez se tendrán que incluir las partidas de funcionamiento de esas oficinas.