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En una tierra indomable como la nortesantandereana, los indios
motilones dejaron un legado por su tenacidad para el trabajo y sobre
todo por su bravura para guerra.~
En una tierra indomable como la nortesantandereana, los indios motilones dejaron un legado por su tenacidad para el trabajo y sobre todo por su bravura para guerra.
Los colonizadores españoles que llegaron a conquistar este territorio con sus arcabuces se vieron a gatas para doblegar a los tenaces indios que con sus arcos y flechas defendieron con la vida su terruño.
Los certeros disparos con las incipientes armas artesanales daban en el blanco con los que se desmoronaron a sus rivales.
500 años después la pequeña etnia indígena guarda sus costumbres. Los arcos y flechas aún siguen latentes para la caza y la pesca.
El tiro con arco, un deporte que fue traído a Colombia hace 40 años y que en el último año le ha dado tres Copas Mundiales y un dos mundiales, uno en mayores y otro en juvenil ya existía desde los tiempos de la colonia.
Sin embargo, en Norte de Santander este deporte milenario de sus entrañas trata de despuntar, pero sigue anquilosado mientras los campeones nacionales salen de otros departamentos, como Risaralda y Bolívar, Valle, Bogotá, Cundinamarca y Antioquia.
Esta semana, Medellín es la sede de la segunda parada de la Copa Mundo, certamen avalado por la Federación Internacional de Tiro con Arco.
Aunque en los libros de historia se hable de la fiereza motilona y de su puntería con el arco y la flecha, la pregunta, más allá de lo que hagan o dejen de hacer otras ligas, es para ¿dónde va el deporte del tiro con arco en Norte de Santander?
Una de sus prometedoras y talentosas arqueras, Paola Ramírez, se marchó de las tierras motilonas.
Ahora se encuentra en Cartagena donde representa a Bolívar porque no contó con el respaldo necesario y Norte de Santander perdió no solo una medalla sino una atleta de gran puntería.
La liga, que se creó hace aproximadamente ocho años, y ha tenido dos participaciones en Juegos Nacionales de 2008 en Cali, y de 2012 en Cúcuta.
En 2008 compitió con cuatro arqueros: Diego Vásquez, hoy entrenador, Andrea Soto, Raúl Riveros y Néstor Andrade.
No obstante, un año antes de los juegos en el Valle, se dio la primera incursión de Norte de Santander en un torneo de escalafón para ir perdiendo el miedo escénico frente a potencias como Valle, Antioquia, Bogotá, Risaralda, Caldas, Boyacá, Bolívar y Atlántico, entre otras.
Diego Vásquez dijo que fue una experiencia única la cual le permitió ser el precursor para que otros muchachos intenten dar en el blanco.
“A partir de ahí tuvimos otros deportistas que empezaron a recibir cierto reconocimiento como lo fue Raúl Riveros que logró oro, en arco recurvo, y Andrea Soto, quien conquistó un bronce”,
Sin embargo, esa ilusión con estos arqueros duró poco. Como consecuencia de la falta de apoyo, se retiraron para dedicarse a sus estudios, perdiendo Norte dos talentosos lanzadores de flechas.
De esa camada de 2007-2008, no quedó ninguno.
La búsqueda en la supervivencia
Cuenta Diego Vásquez que pese a la decisión de Riveros, Soto y otros tiradores de colgar las flechas, se continuó en la brega por intentar fortalecer el tiro con arco.
Para los Juegos Nacionales de 2012 llegó una nueva línea de arqueros conformada por: Jhon Carmona, Andrés Velásquez y Cristian Rondón Karime Tarazona con los que se intenta de nuevo ser protagonistas.
“Lastimosamente, la ausencia de recursos económicos y la falta de implementos deportivos para ir a competir, desmotiva mucho a los deportistas”, comenta Vásquez.
Argumentó que cuando ellos ven que no pueden estar a la par para un torneo de alto rendimiento y de precisión como es el tiro con arco, se retiran o se van para otras ligas.
El costo de la preparación a los Juegos Nacionales de 2015, está por el orden de los $3 millones y los $6 millones y no han asistido al primer torneo clasificatorio este año.
Los motilones no pueden faltar a ninguno más o de lo contrario se quedarán por fuera de las justas del año entrante.
El grupo lo componen Karime Tarazona, Juan Esteban Becerra, Jhon Carmona (compuesto), David Castillo. En arco recurvo, Andrés Clavijo y Andrés Velázquez, Pilar Chacón.
A finales de mayo y comienzos de junio, en Tunja, los nortesantandereanos tienen un selectivo de escalafón nacional, pero según Diego Vásquez “dentro de lo planificado tenemos ese torneo, pero de que vayamos a asistir, no estamos seguros”.
La razón “no contamos con los recursos y menos para llevar a todo el equipo, (16 en total), ocho hombres y ocho mujeres”, subrayó.


Los colonizadores españoles que llegaron a conquistar este territorio con sus arcabuces se vieron a gatas para doblegar a los tenaces indios que con sus arcos y flechas defendieron con la vida su terruño.
Los certeros disparos con las incipientes armas artesanales daban en el blanco con los que se desmoronaron a sus rivales.
500 años después la pequeña etnia indígena guarda sus costumbres. Los arcos y flechas aún siguen latentes para la caza y la pesca.
El tiro con arco, un deporte que fue traído a Colombia hace 40 años y que en el último año le ha dado tres Copas Mundiales y un dos mundiales, uno en mayores y otro en juvenil ya existía desde los tiempos de la colonia.
Sin embargo, en Norte de Santander este deporte milenario de sus entrañas trata de despuntar, pero sigue anquilosado mientras los campeones nacionales salen de otros departamentos, como Risaralda y Bolívar, Valle, Bogotá, Cundinamarca y Antioquia.
Estrellas fugaces
Esta semana, Medellín es la sede de la segunda parada de la Copa Mundo, certamen avalado por la Federación Internacional de Tiro con Arco.
Aunque en los libros de historia se hable de la fiereza motilona y de su puntería con el arco y la flecha, la pregunta, más allá de lo que hagan o dejen de hacer otras ligas, es para ¿dónde va el deporte del tiro con arco en Norte de Santander?
Una de sus prometedoras y talentosas arqueras, Paola Ramírez, se marchó de las tierras motilonas.
Ahora se encuentra en Cartagena donde representa a Bolívar porque no contó con el respaldo necesario y Norte de Santander perdió no solo una medalla sino una atleta de gran puntería.
La liga, que se creó hace aproximadamente ocho años, y ha tenido dos participaciones en Juegos Nacionales de 2008 en Cali, y de 2012 en Cúcuta.
En 2008 compitió con cuatro arqueros: Diego Vásquez, hoy entrenador, Andrea Soto, Raúl Riveros y Néstor Andrade.
No obstante, un año antes de los juegos en el Valle, se dio la primera incursión de Norte de Santander en un torneo de escalafón para ir perdiendo el miedo escénico frente a potencias como Valle, Antioquia, Bogotá, Risaralda, Caldas, Boyacá, Bolívar y Atlántico, entre otras.
Diego Vásquez dijo que fue una experiencia única la cual le permitió ser el precursor para que otros muchachos intenten dar en el blanco.
“A partir de ahí tuvimos otros deportistas que empezaron a recibir cierto reconocimiento como lo fue Raúl Riveros que logró oro, en arco recurvo, y Andrea Soto, quien conquistó un bronce”,
Sin embargo, esa ilusión con estos arqueros duró poco. Como consecuencia de la falta de apoyo, se retiraron para dedicarse a sus estudios, perdiendo Norte dos talentosos lanzadores de flechas.
De esa camada de 2007-2008, no quedó ninguno.
La búsqueda en la supervivencia
Cuenta Diego Vásquez que pese a la decisión de Riveros, Soto y otros tiradores de colgar las flechas, se continuó en la brega por intentar fortalecer el tiro con arco.
Para los Juegos Nacionales de 2012 llegó una nueva línea de arqueros conformada por: Jhon Carmona, Andrés Velásquez y Cristian Rondón Karime Tarazona con los que se intenta de nuevo ser protagonistas.
“Lastimosamente, la ausencia de recursos económicos y la falta de implementos deportivos para ir a competir, desmotiva mucho a los deportistas”, comenta Vásquez.
Argumentó que cuando ellos ven que no pueden estar a la par para un torneo de alto rendimiento y de precisión como es el tiro con arco, se retiran o se van para otras ligas.
El costo de la preparación a los Juegos Nacionales de 2015, está por el orden de los $3 millones y los $6 millones y no han asistido al primer torneo clasificatorio este año.
Los motilones no pueden faltar a ninguno más o de lo contrario se quedarán por fuera de las justas del año entrante.
El grupo lo componen Karime Tarazona, Juan Esteban Becerra, Jhon Carmona (compuesto), David Castillo. En arco recurvo, Andrés Clavijo y Andrés Velázquez, Pilar Chacón.
A finales de mayo y comienzos de junio, en Tunja, los nortesantandereanos tienen un selectivo de escalafón nacional, pero según Diego Vásquez “dentro de lo planificado tenemos ese torneo, pero de que vayamos a asistir, no estamos seguros”.
La razón “no contamos con los recursos y menos para llevar a todo el equipo, (16 en total), ocho hombres y ocho mujeres”, subrayó.