La Cámara de Emprendimiento y Aceleración de la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI) viene impulsando la innovación desde hace tres años y por eso busca ampliar su radio de acción en Norte de Santander, para que más organizaciones eleven su nivel.
El director de este brazo del gremio, que antes se llamaba Andi del Futuro, Andrés Felipe Raigosa, indicó que ya son 400 empresas, cuatro de ellas de Cúcuta, las vinculadas a la red, la cual ha recogido información sobre cómo crecen y cómo se comportan las compañías innovadoras.
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“Este año queremos tener más empresas de la región. Nos pusimos la camiseta para entregarles a los gobiernos locales y departamentales un documento con las recomendaciones para que ayuden a que haya más empresas de ese corte en el país”, agregó, tras su visita a la ciudad.
Raigosa afirmó que está demostrado, técnicamente, que este tipo de organizaciones generan más valor, contratan a sueldos más competitivos, cierran brecha de tecnología e impulsan el desarrollo local y regional.
El gerente de la ANDI en el departamento, Francisco Unda, informó que lograron sentar a los secretarios de Desarrollo Económico de la Alcaldía de Cúcuta y la Gobernación, para que conocieran el programa, con quienes acordaron sumar los esfuerzos que tiene el sector privado.
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“Nuestras empresas, históricamente, se han mantenido haciendo lo mismo y tenemos nichos de mercado muy particulares, por la inestabilidad, porque le apostamos a Venezuela y se acaba, le apostamos a Colombia y es difícil. Todas esas dificultades que nos las sabemos de memoria hacen, posiblemente, que nuestro empresario sea más conservador”, aseguró.
Unda manifestó que las startups integrantes de la Cámara llevan cinco años allí, dos de ellas hacen parte de la red nacional y el propósito es ampliarla, pues, en la ciudad hay emprendimientos que “hacen cosas muy interesantes”.
Aseguró que el reto es poder conectar a los microempresarios locales con la red de todo el territorio, porque son fundamentales el relacionamiento o el networking.
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“La otra cara es conectar a las empresas tradicionales con los emprendimientos e innovaciones. Queremos que esos ‘empresaurios’ como les dice Andrés, se puedan convertir en startups friendly, es decir, amigables con los emprendimientos, empresas que le dan oportunidad a emprendimientos locales, para ser sus proveedores, que no pagan a 120 días, sino a 30, por ejemplo. Eso ayudaría en el ecosistema a que estos pequeños progresen más rápido”.
Las dificultades para innovar
El director de la Cámara de Emprendimiento y Aceleración explicó que la principal barrera de los empresarios para no innovar no es la falta de dinero, sino la de tiempo, es decir, “el tiempo es un recurso muy valioso para una empresa que vende miles de millones de pesos o de dólares”.
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“Lo segundo es que no tienen aliados que les ayuden. Por eso, nosotros crecemos en ese contexto. Cuando se trata de una empresa grande, como que siente tranquilidad en el modelo de su negocio y no ve esa necesidad. Pero cuando el futuro se va acercando con la inteligencia artificial, la realidad aumentada y el internet de las cosas, se empieza a preguntar si en cinco años tendrá negocio”.
Andrés Felipe Raigosa recalcó que la innovación es una herramienta, para que una empresa se prepare para el futuro.
El líder gremial reconoció que en “Norte de Santander hay gente muy tesa”, lo que hace falta es “cambiar la mentalidad” y tomar el riesgo, puesto que “el futuro no es lo que va a pasar, sino lo que vamos a hacer”.
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