El pasado 10 de noviembre, la 90ª edición del Concurso Nacional de Belleza coronó a Catalina Duque, representante de Antioquia, como la nueva Señorita Colombia.

Sin embargo, entre las 31 candidatas que engalanaron el certamen, Liz Zamara Yanquen Flórez, Señorita Norte de Santander 2024, brilló con luz propia al ubicarse entre las 10 semifinalistas.

Liz Zamara, una joven pamplonesa de 23 años, es comunicadora social, modelo profesional y una defensora apasionada de causas sociales. Su autenticidad y frescura no solo conquistaron a los jurados, sino también al público que aplaudió su carisma y conexión durante el desfile.

En entrevista con La Opinión, Liz compartió los detalles de su experiencia, desafíos y aprendizajes durante este camino inolvidable.

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Zamara, quedar entre las 10 semifinalistas del Concurso Nacional de Belleza es un gran logro. ¿Qué cree que fue lo que más destacó de su participación y la llevó hasta allí?

Creo que lo que destacó mi participación fue mi autenticidad, mi disciplina y mis ganas de hacer las cosas diferentes. Cuando fui escogida en Cúcuta, me entregué al concurso durante ocho meses, trabajando en cada detalle para mostrar una mujer fuerte, valiente y líder, con un corazón amplio para las comunidades. Mi objetivo era dar el 100% y creo que logré transmitir eso.

Representar a Norte de Santander en un evento tan importante debe haber sido emocionante. ¿Qué fue lo más desafiante y lo más gratificante de llevar la banda de su departamento?

Lo más desafiante fue transformar mi vida por completo. Aunque ya había trabajado con comunidades, esta experiencia me permitió tocar muchas fibras en las personas, especialmente con la fundación 5ta con 5ta, que trabaja con víctimas del conflicto armado. Recorrer mi departamento, conocer sus historias y necesidades, fue muy gratificante. Lo más difícil era estar al otro lado, deseando hacer más, pero a veces limitada por las circunstancias. Aun así, siento que logré cambiar vidas.

La ganadora de este año, Catalina Duque, destacó por su elegancia y carisma. ¿Cómo describiría el ambiente entre las concursantes y qué aprendió de ellas?

El ambiente fue excelente. Hice grandes amigas, y todas nos llevamos muy bien. Nos apoyábamos mutuamente en todo. Catalina es una persona espectacular, con un don de gente único. Su triunfo es muy merecido. Todas aportaron algo valioso a mi corazón, y siempre las llevaré presentes.

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El certamen es más que una pasarela; es un escenario para promover causas. ¿Qué mensaje o causa llevó al concurso y cómo planea seguir trabajando en ella?

Lideré la causa de la reivindicación de víctimas del conflicto armado por medio del arte y la cultura, algo que me toca profundamente por experiencias personales. Mi trabajo con la Fundación 5ta con 5ta me permitió ver cómo el arte puede transformar vidas. Planeo seguir abanderando esta causa porque creo en el poder de convertir las experiencias difíciles en motores de cambio.

¿Qué opina de la transformación que ha vivido el Concurso Nacional de Belleza en los últimos años, enfocándose en el impacto social y personal de las participantes?

Es una evolución maravillosa. Las reinas de hoy no son solo mujeres con belleza física, sino líderes que llevan sonrisas y transforman vidas. El concurso me dio la oportunidad de crecer, de trabajar por las comunidades y de mostrar que la verdadera belleza está en el corazón y los valores.

La preparación para un evento de esta magnitud requiere mucho trabajo físico, mental y emocional. ¿Cuál fue su mayor lección durante este proceso?

La mayor lección fue ser auténtica y disfrutar cada momento. Aprendí que la verdadera belleza es interior, y que los valores inculcados en el hogar son la base de todo. Este proceso me enseñó a mostrarme tal como soy, con una sonrisa y un corazón dispuesto a ayudar.

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Sabemos que cada región tiene su propia esencia. ¿Qué elementos culturales de Norte de Santander le enorgulleció mostrar durante el certamen?

Me sentí muy orgullosa de llevar en mi corazón a Pamplona, mi lugar de nacimiento, y a Cúcuta, la ciudad que me adoptó. El calor humano de nuestra gente, su alegría y hospitalidad son incomparables. También nuestra rica gastronomía y tradiciones, que siempre llevé conmigo en este viaje.

Más allá del certamen, ¿cómo planea usar esta experiencia como plataforma para sus proyectos personales y profesionales?

El reinado me abrió muchas puertas. Como comunicadora social, estoy explorando oportunidades en televisión y modelaje. Esta experiencia es una plataforma increíble que no solo me deja enseñanzas, sino también nuevas metas para mi futuro profesional.

Por último, si pudiera enviar un mensaje a las futuras representantes de Norte de Santander, ¿qué consejo les daría?

Les diría que los sueños se alcanzan con disciplina y perseverancia. Este es un mundo hermoso que les permitirá crecer y transformar vidas, pero requiere trabajo duro y constancia. En Norte de Santander hay mucho talento, así que atrévanse a soñar y a explorar todo su potencial.

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