María Freitez es una mamá venezolana agradecida. La mujer que llegó a Cúcuta desde hace un año para que su hija Valery Alexamar Rodríguez Freitez, de 10 años, recibiera atención médica tras padecer artritis idiopática juvenil, asegura que está sorprendida con la bondad de los cucuteños.
Luego de que La Opinión publicó la historia de esta familia de migrantes, quien solicitaba ayuda para que un especialista viera a Valery, las ayudas llegaron a ese hogar.
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Fue la tarde del jueves, cuando la pequeña fue vista por un médico especialista en reumatología, petición que aseguran les fue contestada desde el cielo.
“Una hermana del doctor Javier Ramírez Figueroa me contactó y me dio la gran sorpresa de que mi hija estaba citada para que él la viera. Yo solo quise llorar de alegría. La verdad sentir el buen corazón de otros es algo que solo Dios puede hacer”, dijo María, la mamá.
Pero esta familia ha recibido otras ayudas que han servido para levantar el ánimo de Valery.
“Nos han ayudado con el tratamiento que le envió el doctor. Ella me dijo que no se imaginaba que la gente la fuera ayudar tanto así. Y llorando dijo ‘hay mucha gente que me quiere’”, describió la mamá.
El especialista le ordenó 9 exámenes de que le ofrecieron un descuento en un laboratorio clínico pues el estado de Valery es delicado y esperan poder tratarla completamente.
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La mamá contó que aunque su hija mantiene contante fiebre alta, desean que una vez reciba el tratamiento de medicamentos ordenados se mejore.
“La gente es bondadosa, quienes no han tenido para darnos algo nos dan aliento y nos escriben mensajes que recibimos con mucho amor. Esto es una bendición de Dios”, finalizó la mamá.
La historia
La familia vive en el barrio Puerto Santander y, aunque ha recibido el apoyo de la Cruz Roja para atender sus necesidades básicas y recibir atención primaria en salud, la pequeña no había logrado ser vista por un reumatólogo, debido a que ella y su madre no tiene los documentos migratorios en regla, mientras tanto su estado físico se deteriora cada día más.
La madre detalló que su hija lleva tres semanas padeciendo cuadros de fiebre, inflamación en sus articulaciones, mucho dolor y mareos. Manifestó que desde hace cinco meses no han vuelto a contar con el apoyo de la Cruz Roja, porque la institución trasladó su punto de atención de Cuberos Niño a La Parada, en Villa del Rosario, y no se pueden movilizar hasta allá.
Si usted desea seguir ayudando a esta familia, puede contribuir con alguna donación de alimentos o lo que desee. Los interesados se pueden llamar al número 3202975988.
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