
Desde tempranas horas de la madrugada, los conductores que se disponían a llevar sus vehículos varados desde hace seis meses en Venezuela a territorio colombiano, se apostaron a un costado del Puente Internacional Francisco de Paula Santander, en el fronterizo municipio de Pedro Maria Ureña.
La espera se prolongó hasta cerca de las 2:30 de la tarde, cuando finalmente, luego de las revisiones de rigor, las autoridades del ejército venezolano permitieron el paso de los primeros vehículos.
Sorpresivamente y contrario a lo que había anunciado el gobernador del Táchira, José Gregorio Vielma Mira, la mayoría de los automotores que cruzaron el puente eran vehículos particulares.
Por casi una hora, 74 carros, 6 camiones, 5 motos y dos buses cruzaron la frontera con rumbo a Colombia, luego de seis meses de cierre total de los pasos binacionales.
El paso humanitario para personas con problemas de salud fue suspendido y los enfermos debieron esperar el cese de la caravana vehicular para continuar su camino.
Voces del cierre
José Antonio Acuña, propietario de un vehículo venezolano retenido en Colombia, fue uno de los primeros en pasar el puente. Su automóvil llevaba seis meses en un estacionamiento de Cúcuta, pagando 60 mil pesos mensuales.
Miguel Ibáñez es otro de los afectados. Es propietario de un camión que se encontraba en Cúcuta sin mercancía. “Tengo una familia numerosa, y con el camión varado en Cúcuta por el cierre de los puentes, he tenido que trabajar en lo que he podido, ahora estoy como peón en una finca y no tengo ni idea de cómo voy a hacer para pagar todo lo que debo allá. Voy a conversar con el dueño del estacionamiento y tratar de traerme mi vehículo pues de eso depende el sustento de mi familia”, relató.