En algunos barrios de Cúcuta, los colombianos desplazados que retornaron de Venezuela han abierto las puertas de sus casas para dar una mano a los migrantes venezolanos que buscan un mejor porvenir.
Como Henry Ardila, quien desde hace cuatro años, ayuda a los venezolanos a sustentarse, enseñándoles el oficio de zapatero.
“Me siento bien, los migrantes me han enseñado a tener un corazón más grande del que ya tengo. Quisiera que muchos colombianos se unieran y creciera más y que haya muchas casas hogares para ayudarlos”, dijo Ardila.
Los Hogares Solidarios son una iniciativa que surge de la comunidad, en la que la mayoría de las familias colombianas, víctimas de desplazamiento forzado, acogen en sus viviendas a personas provenientes de Venezuela, porque ven en ellos un reflejo de sus experiencias como población víctima del conflicto.
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ha logrado identificar 50 hogares solidarios en Norte de Santander, donde se benefician decenas de migrantes.