Trabajo en equipo, compromiso, respeto por la dignidad de los colaboradores, apoyo, capacitación e inclusión son parte de las consignas que manejan dentro de Empaquetadora del Norte en el tema de empleabilidad.
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Esta empresa se asentó en 2011 en tierras nortesantandereanas y se ha consolidado como una de las de mayor expansión en los últimos años, dándole mayores oportunidades para que sus colaboradores mejoren su calidad de vida.
En Empaquetadora del Norte hay aproximadamente 400 trabajadores de los cuales 90 son personas provenientes de Venezuela, es decir, el 22,5% de los empleados son migrantes venezolanos, mostrándose como un claro ejemplo de inclusión.
Arvey Duque Villamizar, fundador y gerente de Empaquetadora del Norte, explicó cómo empezaron a darle oportunidades a la mano de obra venezolana, a los colombianos retornados y por su puesto a la población de acogida.
Desde que se suscitaron los primeros hechos que marcaron el fenómeno de movilidad humana venezolana hacia Colombia esta empresa empezó a focalizar su labor sobre estas familias que venían llegando al país en búsqueda de mejorar su provenir.
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Empezaron con cinco familias, “le generamos empleo, en este caso al padre de familia y alguno de los hijos mayores de edad, y hoy ya han pasado cinco años desde eso y tenemos a la mayoría de esas personas todavía con nosotros en la empaquetadora”, contó Duque.
Resalta que el crecimiento de la empresa que él dirige se debe a la disciplina, el trabajo, la dedicación y el esfuerzo de su grupo de colaboradores.
Por esta razón, la empaquetadora se ha destacado por apoyar a sus empleados no solo en capacitación laboral, sino en temas jurídicos para su regularización en el país, en el caso de los venezolanos.
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“Nos dimos la tarea con nuestro equipo de abogados de agarrar a los venezolanos migrantes y ayudarles con toda la documentación necesaria para que pudieran tener un empleo digno en Colombia, pues en este caso en Cúcuta, porque no se quería caer en lo mismo de que se emplea al venezolano porque la mano de obra era más barata y no podían reclamar un sueldo digno (por no estar regularizado)”.
Una vez concluido el proceso de regularización, la vinculación laboral se hizo de manera efectiva, tanto para venezolanos, como para colombianos retornados.