
La situación que enfrentan los migrantes que retornan a Venezuela no es nada sencilla pues a los rigores propios de una vuelta a la patria sin recursos económicos y escasas condiciones de movilidad, al llegar a la frontera deben enfrentar la decisión de ingresar cumpliendo los protocolos regulares e ingresar a un Punto de Asistencia Social Integral (PASI) o arriesgar su vida y sus escasas pertenencias a través de los pasos irregulares.
Estos pasos, también conocidos como trochas, ahora además representan riesgo de cárcel en una de las más peligrosas prisiones de Venezuela y sufrir acusaciones tan graves como la de tráfico humano, que constituye un delito de lesa humanidad, sin derecho a beneficios procesales en la legislación venezolana.
Recientemente se han suscitado dos protestas en los PASI de San Antonio del Táchira, donde los migrantes retornados denuncian deficientes condiciones de alimentación y exigen el retorno a sus hogares. Frente a estas denuncias, el alcalde de la localidad, William Gómez, ha salido al paso al afirmar que en esta zona de frontera, la comida, aunque para algunos es escasa, responde a raciones establecidas de acuerdo a las orientaciones del Instituto Nacional de Nutrición venezolano.
En otras regiones como la frontera entre Arauca y el estado Apure, las denuncias de malos tratos, falta de servicios públicos y escasa alimentación, han sido respaldadas por organizaciones defensoras de derechos humanos y representantes de la iglesia católica. El Obispo del Táchira, Monseñor Mario Moronta calificó estos lugares como “campos de concentración”.
Con relación a los pasos irregulares, Freddy Bernal, delegado político en Táchira por parte del gobierno de Nicolás Maduro, destacó que hasta la fecha 36 “trocheros” han sido detenidos. Igualmente señaló que “El paso de los connacionales es un negocio por parte de algunos colombianos y de algunos venezolanos, quienes buscan que los 164 kilómetros de frontera sean violados, en combinación con taxistas y motorizados, quienes evaden los controles de seguridad que se ha ejercido con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB)”.
Advirtió que quienes entren por los pasos irregulares fronterizos serán presentados ante el Ministerio Público, al tiempo que afirmó que hasta esta semana 209 personas han sido presentadas ante esta instancia.
Bernal insistió en que “se ha informado a las autoridades de Colombia, por todas las vías de comunicación como prensa, televisión y redes sociales, que el único paso autorizado por la República Bolivariana de Venezuela para la entrada de connacionales es el Puente Internacional Simón Bolívar”.
De igual manera, destacó que en conjunto con una Comisión Especial en Norte de Santander, entran diariamente entre 300 y 350 personas aproximadamente, lo que equivale a 1.800 migrantes que ingresan semanalmente a Venezuela a través del canal humanitario habilitado en el Puente Internacional Simón Bolívar. En total, unos 90 mil venezolanos han regresado al país en medio de la pandemia.