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Frontera
‘Puente’ de las canoas rompe cierre fronterizo
El paso es controlado por integrantes de una banda criminal que están haciendo de las suyas en Puerto Santander.
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Laura Serrano
Sábado, 9 de Marzo de 2019

Donde confluyen los ríos Grita, Pamplonita y Zulia, que como uno solo pasan por debajo del puente internacional La Unión y que comunica a Puerto Santander (Colombia) con Boca de Grita (Venezuela), miles de personas se alinean y van de un lado a otro, como hormigas. 

Ocho chalupas estacionadas en fila sobre el afluente son los que ayudan a que esta travesía se dé.

Los que cruzan de Colombia a Venezuela lo hacen cargados de bolsas de mercado, maletas en sus hombros, cauchos y hasta llevan pescado. Todos quieren llevar eso para sus casas, pues saben que al otro lado de la frontera les hace falta. 

Por su parte, quienes vienen a Puerto Santander, municipio del área metropolitana de Cúcuta, lo hacen rápidamente, solo quieren hacer sus compras y regresar antes de que no sigan permitiendo el paso por ese improvisado afluente.

Pero ese cruce fronterizo, no es gratis. Solo por pasar por las chalupas deben entregar 2 mil pesos a un hombre que permanece en suelo colombiano, y apenas llegan al otro lado, en Venezuela, deben disponer de al menos, 12 mil pesos más; el pago depende de la carga que lleven. Así lo aseguraron varias personas.

"Cuando se llega a Venezuela, hay unos hombres en una mesita que cobran y ellos deciden qué tanto hay que pagar. Pero ahí, empieza el desembolso, porque hay cinco puestos de cobro más", contó una colombiana residenciada en Boca de Grita. 

Todo el paso, después de las chalupas es controlado por integrantes de una banda criminal que están haciendo de las suyas en esa zona, bajo la mirada cómplice de las mismas autoridades venezolanos, quienes también se benefician de esos cobros. Así lo aseguraron quienes utilizan estos pasos.

“Son cinco puntos más de control, a la gente de acá de Boca de Grita la conocen y a veces solo le cobran 2 mil, pero a los que van más adentro como a Orope o El Vigía les toca pagar sin excusa. Eso está minado de paramilitares y todo pasa ante los ojos de los guardias; mejor dicho, estamos jodidos por lado y lado”, añadió una mujer que pidió reserva de su nombre.

Paso por La Unión

Para los guardias venezolanos, el paso por el puente internacional La Unión, únicamente está permitido para la gente de Boca de Grita.

“Por acá dejan pasar niños, mujeres embarazadas, discapacitados y ancianos, pero si vas con maleta no te dejan, te echan para atrás”, contó otra mujer que este viernes en la mañana pudo pasar de Venezuela a Colombia por el puente, pero por la tarde tuvo que arriesgarse por encima de los chalupas.

“Toca uno rogarle a los guardias para que nos dejen pasar por el puente, mi hija nació con parálisis en la parte izquierda de su cuerpo y es difícil pasarla por trocha”, contó Carolina Roa quien viaja desde el Vigía a controles en Colombia. 

“Allá hay un capitán que está jodiendo y no está permitiendo el paso, y antes de que me agarre la noche por acá, mejor paso por las chalupas”, dijo la mujer de avanzada edad.

Para María Rodríguez, venezolana y con seis meses de embarazo, pasar por el puente internacional fue un alivio, aunque a su hermana Yelimar no la dejaron seguir.

La materna paso a pie hasta el puesto de salud de Puerto Santander, con un dolor inaguantable en su vientre. Sin embargo, no pudo recibir atención completa, siendo remitida a Cúcuta, pero debía irse por sus propios medios. Por fortuna, un funerario, que regresaba a Cúcuta, la trasladó de manera voluntaria.

Ganancias millonarias

Se conoció que diariamente por ese cruce informal de las chalupas, pasan cerca de 5.000 personas, quienes deben pagar $2.000 del lado colombiano y $12.000 del venezolano.

Esto indicaría que diariamente quienes cobran en esa parte de la frontera recogen hasta $70 millones, en un recaudo ilegal frente a la autoridades colombianas y venezolanas en esa zona.

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