
Más de 71 mil 790 Tarjetas de Abastecimiento de Gasolina (Tag) de vehículos que no hicieron uso del cupo asignado en las estaciones de servicio fueron bloqueados por las autoridades venezolanas.
Según el General José Morantes, jefe de la Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi) Táchira, los propietarios de los vehículos deben justificar por qué no surtieron gasolina en septiembre.
Morantes destacó que habrá una sinceración del cupo de combustible para el transporte público, taxis, colectivos y mototaxis, carga pesada y carga mediana, “porque hemos visto que ya no necesitan tanto combustible”, dijo.
También comentó que más de 1.200 taxis que habitualmente surtían en San Antonio y Ureña, están en territorio colombiano.
De otro lado, indicó que el cierre parcial de la frontera permitió a las autoridades de Pdvsa comprobar que se requiere menos gasolina y gasoil del que se enviaba antes del cierre.
A la fecha, según los estudios adelantados, el promedio de ahorro de gandolas es de 40 diarias, es decir un millón 520 mil litros de combustible menos que necesita el parque automotor del Táchira.
Ahora la meta es ahorrar 2 millones de litros de gasolina diarios, con las medidas aplicadas.
Aunque dijo que los contrabandistas siguen buscando rutas y modalidades para llevar productos a Colombia, se luchará para reducirlas, tanto en la extracción de combustible, material estratégico, como de alimentos, artículos de higiene personal, de limpieza y otros.
Del mismo modo, el vocero desmintió los rumores de un cese a la medida de cierre, pues si no se establecen controles del flujo de combustible a través de los pasos fronterizos no se restituirá el libre tránsito en la frontera.
Descartó la posibilidad de que el contrabando de combustible continúe presentándose en la zona de Guarumito, municipio Ayacucho.
En este sentido aseguró que el incremento de las colas para surtir combustible obedecen a reinicio de la temporada escolar; el regreso del período vacacional y el hecho de que cuando hay reuniones de autoridades sobre el tema de frontera, los contrabandistas se abocan a las estaciones de servicio con la esperanza de que sea reabierto el paso.