
Nuevamente los habitantes del municipio Torbes salieron este lunes a protestar por la falta de alimentos y en rechazo a la próxima implementación en la entidad de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap).
Centenares de personas bloquearon, con su sola presencia, la circulación vehicular por la carretera Troncal 5, una de las más importantes del estado Táchira, la cual atraviesa de lado a lado la populosa y humilde población de San Josecito, capital del municipio Torbes y hogar de la mayor colonia de colombianos en el Táchira.
El alcalde de esa jurisdicción, Alberto Maldonado, confirmó que hace más de 15 días no llegan alimentos a los diferentes supermercados de la zona; ubicada a escasos 15 minutos de la ciudad de San Cristóbal.
“Muchas familias en Torbes acuestan a sus hijos a las 5 de la tarde, con apenas un té de hierbas en el estómago, muchas veces hasta sin azúcar; porque no tienen cómo darles una cena, y hoy han decidido salir de nuevo a la calle para expresar su molestia, su impotencia y su frustración por la falta de comida, cansados de ver en hambre a la cara”, dijo el burgomaestre.
Agregó que su municipio está compuesto principalmente por familias humildes, cuyos ingresos no les alcanzan ni siquiera para cubrir el 5% de la canasta alimentaria. “Porque un cartón de huevos vale 3.500 bolívares, porque una panela cuesta 1.250 y a la gente no le alcanza”, dijo al tiempo de acotar que a su despacho acuden unas 150 personas diarias, de las cuales el 90% vienen por hambre”.
Ramón Cabezas, coordinador de Seguridad Ciudadana de la entidad, refirió que tras una intervención de unos 400 funcionarios de la Policía Bolivariana y Policía del Táchira, acompañada de una mediación, se logró levantar la protesta; al tiempo de advertir que se tomarán acciones de ley contra quienes promuevan este tipo de acciones.
“De manera insistente ellos han manifestado que si no llegan los productos regulados ellos no restablecen el paso vehicular; esto es inconcebible”, afirmó el funcionario.
Un grito que se repite
“¡Comida, Comida!”, gritaban los asistentes en la protesta mientras Morillo relató que para conseguir los rubros de la cesta básica deben hacer colas desde la madrugada: “la gente está cansada, necesitamos comida, medicamentos, formulas, pañales, necesitamos de todo (…) siempre dicen que la Cuarta República, pero en la cuarta no vivíamos esto, el Gobierno no nos da solución”.
Son varios los motivos de la protesta, pero Liseth Morillo dejó claro que hasta los niños participan en la manifestación porque el Programa de Alimentación Escolar (PAE) no ofrece alimentos de una dieta balanceada que es necesaria para los pequeños.
Insistió en que se mantendrán en el sitio a pesar de las amenazas de reprimirlos con bombas lacrimógenas, “eso no nos detendrá y lo que ocurra será responsabilidad de Gobierno, porque aquí no estamos quemando caucho, estamos protestando de manera pacífica”.
Rechazo a los Clap
Mientras eso sucede en San Josecito, en San Cristóbal los compradores rechazan la próxima implementación de los Clap, oficializada para este viernes 17 de Junio por el prefecto de San Cristóbal, Luis Eduardo Rivera, mediante comunicados colocados a las puertas de los Abastos Bicentenario de la capital tachirense.
Según se señala en estos escritos, sólo podrán comprar en los Bicentenarios, quienes se encuentren previamente censados en los Clap de su respectiva parroquia.
El censo está siendo realizado desde hace varias semanas por las llamadas “Unidades de Batalla Bolívar-Chávez” (UBCH); que fungen como operadores políticos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Para Luis Mayrana, quien usualmente adquiere productos en estas dependencias, las restricciones en la compra y la politización del proceso de comercialización de alimentos sólo traerá más problemas. ¿Usted se imagina a toda una parroquia comprando en un bicentenario?, increpó al tiempo de agregar que su mayor preocupación es que sólo podrán comprar “lo que llegue” y estarán impedidos de adquirir productos en otros establecimientos ubicados fuera de su zona de residencia.
“Hoy en día hacemos dos y tres colas diarias en diferentes supermercados para medio conseguir lo que necesitamos; si ahora sólo podremos comprar en el que tenemos más cerca, con la escasez de productos que hay, no sé qué tendremos que hacer para poder conseguir un mercado más o menos completo”, acotó por su parte la señora Ana María Colmenares quien consideró que la situación constituye una humillación para los venezolanos.