Afectar la cadena de producción y comercialización de drogas en Cúcuta y Norte de Santander no es una labor improvisada. Las autoridades tienen claro que cada vez que desmantelan los laboratorios artesanales de cocaína y base de coca, golpean directamente las finanzas de los grupos armados ilegales que delinquen en esta zona del país.

En lo corrido de este año, el Comando Específico de Norte de Santander (Cenor), del Ejército, ha destruido 34 laboratorios de cocaína y al menos 200 de pasta base de coca.

De estas operaciones, los militares se han incautado de 14 toneladas de coca y otras dos de pasta base. El Ejército informó que también fueron descubiertos 5.762 kilos de cocaína en proceso y otros 42.521 galones de pasta base en proceso. Además, también fueron decomisados 1.830 kilos de marihuana.

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El general Ricardo Roque, comandante del Cenor, aseguró que las labores de los uniformados se han enfocado en fortalecer y garantizar la seguridad de los habitantes del departamento.

El oficial resaltó que este año también fueron capturadas 676 personas por diferentes delitos y además, se incautaron de 208 armas y 4.000 cartuchos de diferentes calibres.

Algunos laboratorios

A mediados de noviembre, soldados de la Trigésima Brigada del Ejército, en coordinación con la Policía, destruyeron tres laboratorios artesanales para el procesamiento de cocaína, ubicados en Villa del Rosario, Chinácota y Durania. Según se conoció, las autoridades se incautaron de al menos 5.069 kilos de esta sustancia.

El Ejército aseguró que las estructuras ilegales estaban valoradas en 28 mil millones de pesos y tenían capacidad para producir al menos 5.8 toneladas de cocaína al mes.

Con este procedimiento, el Ejército y la Policía afectaron la cadena del narcotráfico, el eje principal para el accionar criminal de los grupos armados ilegales en Norte de Santander.

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El riesgo de la muerte

En abril, las autoridades desplegaron un fuerte dispositivo en zona rural de El Tarra, con el fin de destruir un complejo de laboratorios para procesar cocaína, donde estuvieron muy cerca de la muerte, en medio del ataque de un grupo armado ilegal que delinque en el lugar.

Integrantes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y militares del Batallón contra el Narcotráfico N°1 se trasladaron hasta la vereda La Paz, de este municipio, porque tenían la ubicación exacta donde habían levantado un complejo cocalero, con más de seis enormes estructuras.

Las autoridades llegaron sin ningún problema al sitio la noche del 12 de abril, pero esperaron hasta que amaneciera para avanzar tranquilamente y verificando que el terreno no tenía alguna trampa mortal.

En la mañana siguiente, cuando los uniformados se tomaron el lugar, estaba totalmente desolado, luego de verificar que había insumos químicos para procesar más de tres toneladas de cocaína a la semana, decidieron destruirlo.

Minutos después de que el complejo comenzó a arder en llamas, desde diferentes puntos comenzó a ‘lloverle’ bala a los militares y miembros del CTI.

“Eso fue muy duro. De todas partes nos disparaban y nos tocó pedir apoyo rápidamente, cuando llegaron varios helicópteros artillados, entre ellos el Arpia, la situación empeoró. Las detonaciones se hicieron más fuertes, a los que estábamos en tierra nos tocó buscar donde atrincherarnos y esperar que anocheciera”, sostuvo una fuente en ese momento.

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