Manuel de Jesús Ortega Leguía, conocido como ‘Lobo’, sería una importante pieza en la subestructura Luis Orlando Padierna Peña, de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc), pues presuntamente se encargaba de administrar las finanzas, además de extorsionar y de coordinar la logística para el narcotráfico de este grupo armado ilegal.
‘Lobo’ siempre estaba acompañado por uno de sus hombres de confianza: José Luis Londoño Mercado, ‘Palillo’, quien le habría demostrado que podía confiarle su seguridad, mientras pasaba desapercibido por la zona rural de Cúcuta, donde hacían de las suyas.
Ambos buscaban mantener un bajo perfil para no llamar la atención de las autoridades. Sin embargo, no sospechaban que en una alianza entre uniformados de la Sijín de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) y unidades de la Trigésima Brigada del Ejército los estaban buscando para capturarlos.
“A través de medios técnicos se capturó a los dos, que delinquían en Norte de Santander”, aseguró el general Omar Sepúlveda, comandante de la Segunda División del Ejército.
El alto mando militar añadió que ‘Lobo’ y ‘Palillo’ también se encargarían del apoyo a las estructuras de esta organización que delinque en Norte de Santander y en la frontera con Venezuela.
El operativo
El general Sepúlveda insistió en que la investigación contra estos presuntos gaitanistas se extendió durante al menos seis meses, con información de fuente humana y un seguimiento riguroso por parte de la inteligencia.
“Fueron más de seis meses investigándolos con inteligencia militar y policial, además de información recopilada que permitió dar con el paradero de ambos hombres”, dijo el oficial.
La orden que tenían las unidades policiales y militares que les estaban siguiendo el rastro a estos presuntos delincuentes era ubicar y capturar a ‘Lobo’ y a ‘Palillo’, por lo que tuvieron que llegar hasta su fortín, entre corregimientos y veredas de la zona rural de Cúcuta y la frontera.
Así les siguieron la pista durante medio año, esperando el momento en que pudieran sorprenderlos y capturarlos. Por eso, al mediodía del sábado 9 de julio, cuando un grupo de uniformados los ubicó en la vereda Susanita, que hace parte del corregimiento Buena Esperanza, no dudó en alistar un operativo sorpresivo para ponerlos tras las rejas.
Los detenidos fueron interceptados cuando se desplazaban por esa vereda tranquilamente. En la requisa les encontraron un arma, una granada y munición con la que “pretendían atentar contra la Fuerza Pública en caso de que los sorprendieran”, explicó una fuente judicial cercana a las pesquisas.
‘Lobo’ y ‘Palillo’ quedaron a disposición de la Fiscalía y posteriormente fueron presentados en audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento, en las que un juez decidió enviarlos a la cárcel para que respondan por porte ilegal de armas y concierto para delinquir.
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